Cuando seamos mayores
Hacerles esta pregunta e imagino que ya piensan en sus pensiones.....públicas. Bueno, todos lo hacemos. ¿Cuándo y de qué magnitud? Pero, en el fondo, cuanto antes seamos realistas, mejor.
Hacerles esta pregunta e imagino que ya piensan en sus pensiones.....públicas. Bueno, todos lo hacemos. ¿Cuándo y de qué magnitud? Pero, en el fondo, cuanto antes seamos realistas, mejor. Es lo que están haciendo los gobiernos, entre ellos el español. Pensar en el futuro pero con los pies en el suelo. O al menos es lo que deberían hacer.
Que el factor demográfico supondrá, sin duda, una importante restricción al crecimiento potencial es algo difícil de discutir. Nuestros economistas estiman un ritmo de crecimiento per cápita de entre un 1/1.25 %, en Estados Unidos, y de 0.5/1 %, en la Zona Euro, en los próximos 20 años. Un crecimiento que será 0.25 puntos menor al observado desde los noventa en la economía norteamericana y casi el doble en la eurozona. Podemos discutir el tamaño del impacto negativo, pero no que será una realidad.
¿Por qué? Trabajar menos y menos horas... ¿No pensamos en esto cuando nos hacemos mayores? Seguro que sí. Y, sin embargo, no es algo nuevo que no estemos ya sufriendo en los últimos años. Me refiero al crecimiento del gasto de pensiones, por ejemplo. Aunque nuestras autoridades intentan limitarlo. En la Zona Euro, por ejemplo, el envejecimiento de la población y su impacto en la población activa se ha visto amortiguado por la incorporación de la mujer. Pero los niveles ya alcanzados (70 % la tasa de actividad) no son muy diferentes a los observados en estos momentos en la economía norteamericana. Y suponen la confirmación de una moderación desde niveles más elevados a finales de los noventa.
¿Seguirá esta tendencia a la moderación la economía europea? Quizás en Europa sea diferente. O simplemente los europeos, de hecho, tengamos que trabajar durante más tiempo y más horas. Como el resto de la población en los países desarrollados. También pienso en el fisco: la sostenibilidad de las cuentas públicas obliga.
Pero también hay que verlo en positivo. Dicen que las dificultades incentivan la innovación y el desarrollo. Ya les he hablado del optimismo sobre el desarrollo manufacturero en USA. Pero la clave fue el "renacimiento energético". ¿Tendremos en Europa nuestro propio renacimiento? Comencemos por las reformas estructurales en la producción. Incentivemos a las pequeñas empresas que ofrezcan oportunidades a "nuestros mayores", fuera de la rigideces actuales que sigue marcando (pese a las reformas emprendidas) el mercado de trabajo.
¿Inmigración? Naturalmente. Todo lo contrario a lo que ahora comenzamos a ver en Europa. Países que limitan la entrada de inmigrantes, quizás temiendo que les limiten sus estándares de vida. Limitando su crecimiento potencial. Y es fundamental, estarán de acuerdo conmigo, incentivar la educación y la inversión. No es fácil entender los recortes de gasto público en ambos apartados en un entorno como el actual. Y en un futuro tan difícil como el que tenemos por delante.
Apenas he mencionado al principio el aspecto fiscal del envejecimiento. Pero es un tema clave a la hora de valorar la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio y largo plazo. ¿Cómo resolverlo? Aumentar el crecimiento, ser más eficientes y más productivos. Pero todo esto no es fácil. La alternativa para las autoridades es clara: limitar y restringir los beneficios (llamémosles así) de la jubilación. Hacerlos más acordes con lo aportado en la vida laboral y coherentes con la longevidad una vez retirado. No parece fácil, social y políticamente. Y no lo será para nadie.