Dinero, inflación y política

Si los bancos centrales son imprescindibles para luchar contra la deflación, son las autoridades políticas las que deben poner encima de la mesa las medidas y reformas imprescindibles para aumentar el crecimiento potencial de la economía

La inflación es un fenómeno monetario. ¿Qué no están de acuerdo? Quizás es que está influidos por la Crisis de seis años que hemos atravesado. De hecho, una Crisis aún no finalizada. De otra forma, ¿por qué bancos centrales como la Fed y el BOE aplazan tomar medidas de normalización de tipos de interés si las perspectivas de crecimiento económico mejoran? ¿no temen a la inflación?. Sí la temen. Pero, probablemente, temen mucho más a un escenario de estancamiento económico y desinflación.

Como les decía antes, la inflación es un fenómeno monetario. A largo plazo, el fuerte crecimiento de la liquidez llevará a un aumento del crecimiento y de la inflación. ¿No descansa en esta regla la Abeconomía? Pero, en su caso el crecimiento real es la asignatura pendiente. Mientras, sí comienza a ser evidente el escenario de inflación. Naturalmente, la clave de fondo es fijar qué variable monetaria está más correlacionada con la liquidez. Y esto no es fácil, considerando que a corto plazo esta relación varía (es lo que se conoce como la demanda de dinero). De hecho, esta "demanda de dinero" también se puede ver influenciada por factores financieros y reales. Verdaderos shock en caso de ser negativos que conllevan un deterioro tanto de la liquidez en primer término y más adelante de la inflación. Esto precisamente es lo que estamos sufriendo en este momento. Y un proceso de ajuste financiero en un entorno de elevado endeudamiento conlleva un riesgo elevado de deflación. Sí, la inflación es un fenómeno monetario y de esta forma el protagonismo de los bancos centrales es evidente para superarla. En este proceso estamos.

¿Y la política? si los bancos centrales son imprescindibles para luchar contra la deflación, son las autoridades políticas las que deben poner encima de la mesa las medidas y reformas imprescindibles para aumentar el crecimiento potencial de la economía que permita consolidar las ganancias en esta lucha contra la deflación. Pero, es importante en este punto que las autoridades políticas cuenten con todo el respaldo posible para llevar a cabo estas reformas. De otra forma, no sólo es que las tensiones sociales puedan marcar el curso de las decisiones políticas como que finalmente estas serán por fuerza limitadas. Y casi tan relevante, no mejorarán la certeza a futuro tan imprescindible para mantener un creciente gasto e inversión (productiva...no se confundan).

Hace unos días un consejero de la Fed afirmaba que el verdadero enemigo de la recuperación eran los políticos. Sin duda, era excesivo. Y se refería no tanto al retraso en la aprobación de reformas como a la falta de acuerdo en los últimos dos años que ha llevado a parálisis en la Administración norteamericana, a dudas sobre la solvencia de la AAPP y a recortes en el rating de la deuda. Al final, un impacto directo negativo en el crecimiento y un potencial impacto negativo en las perspectivas de que este crecimiento sea sostenible en el tiempo.

Pero, ¿qué ocurre en la zona Euro? Ayer el Eurogrupo discutió sobre la situación económica y especialmente sobre el papel del ESM en la potencial restructuración de entidades financieras con problemas. Es sólo un ejemplo. La realidad es que los políticos europeos han aplazado la posibilidad de acuerdos que aceleren la integración europea, ante la falta de presión por los mercados. Es el éxito del BCE al dar la vuelta a la especulación de los mercados: de la especulación destructiva dos años atrás a la positiva actual. Positiva para los activos financieros; más limitado su impacto positivo en la economía real. El otro ejemplo, ya a nivel país, lo tenemos en Italia o en Grecia. El primero, con el reciente cambio de Gobierno, ha generado optimistas expectativas en el mercado ante la posibilidad de que finalmente sea un Gobierno con mayor respaldo político y por tanto con mayor margen de maniobra para aprobar reformas estructurales. En el caso de Grecia, con las elecciones municipales de forma simultánea a las europeas el 25 de mayo, está por verse qué tipo de respaldo tienen los partidos del actual Gobierno frente a otros nuevos o ya existentes que pretenden derrocarle o simplemente forman parte de los NEAPs (partidos extremos, alternativos, a la política actual). Ya a nivel europeo, se empieza a manejar que este tipo de partidos puedan tener entre un 20/25 % de la Eurocámara.

Necesitamos crecimiento. Y necesitamos que los riesgos financieros, incluida la desinflación actual, no vayan a más. ¿La clave? Las autoridades, políticas y monetarias. Y una mayor cooperación internacional. Ya sé que todo esto es muy complicado.

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