DIversifica que algo queda

Muchos ahorradores/inversores se habrán
sorprendido al comprobar los resultados de sus carteras de fondos a finales de
agosto. La musiquilla del mercado bursátil español ha sido tan reiterativa como
carente de la mínima alegría y expectativa. Sin embargo, los resultados de
aquellas carteras no han sido tan malos e incluso en algunos casos han tenido
rentabilidades, lo que ha puesto, definitivamente, de manifiesto el desigual
comportamiento de la Bolsa española respecto a las principales mercados
mundiales.

En los últimos tres meses, el Ibex-35 ha
caído un 5,95 por ciento mientras que quienes tuvieran en su cartera valores o
fondos de las bolsas norteamericanas se habrán beneficiado de la mejoría de un
4,74 por ciento registrada por el Dow Jones en ese mismo periodo y del 4,97 del
Nasdaq. Pero es que la mayoría de los mercados emergentes latinoamericanos ha
tenido ganancias en ese mismo periodo. Es verdad que los principales mercados
europeos han registrado también un mal comportamiento en los últimos tres
meses, pero podían permitírselo a la vista de sus resultados de los  últimos tres años: el Dax alemán gana un
21,64 por ciento, el CAC-40 un 16,30, mientras el Ibex-35 pierde casi un 6 por
ciento. Esto sólo significa que las empresas cotizadas españolas se han
desvalorizado entre un 20 y un 30 por ciento respecto a sus competidoras
europeas. Y los accionistas y partícipes de fondos están pagando las
consecuencias de esa pérdida de valor.

Lo peor de todo es que no hay nada que
permita decir que va a cambiar esta tendencia y que el mercado español
recuperará una parte del terreno perdido en los últimos ejercicios. Más bien se
podría apostar por lo contrario. Por eso, en estas circunstancias sólo cabe
recordar a ahorradores/inversores que la diversificación es el mejor remedio
para no verse arrastrado por malos comportamientos locales o sectoriales, que
pueden llegar a tener una continuidad imprevista en el tiempo.