Ecosistema de pagos
La banca española junto con la europea, tras culminar el proceso de integración de pagos, ha asumido el compromiso de[…]
La banca española junto con la europea, tras culminar el proceso de integración de pagos, ha asumido el compromiso de seguir avanzando en el proceso de fomentar los pagos en Europa apoyado en la innovación y añadiendo el factor de la rapidez. Se buscaba que las entidades de crédito que así lo desearan pudieran ofrecer a sus clientes el servicio de transferencias instantáneas no solo nacionales, sino también internacionales. Pero el objetivo final era mucho más ambicioso, dado que los pagos son un pilar fundamental en la creación del mercado único.
La imparable digitalización impone la inmediatez y los bancos siempre buscan la tecnología necesaria para dar el mejor servicio a sus clientes y hacer viables sus deseos. Para éstos, lo fundamental es que la ejecución del pago sea segura, cómoda, sencilla y rápida. La inmediatez en los pagos presenta beneficios tanto para los particulares como para las empresas, con un claro impacto positivo en estas últimas en la gestión de tesorería y, probablemente, también en la morosidad.
El lanzamiento de Bizum en 2016 ha sido un paso tecnológico de gigante para los bancos españoles en su objetivo de ofrecer nuevos servicios de pago, no solo inmediatos, sino con propuestas de mayor valor añadido. La creación de esta plataforma también explica porqué la mayoría de los bancos españoles se han adelantado a buena parte de sus competidores europeos en la comercialización del nuevo servicio de transferencias inmediatas.
Iberpay publicaba el 14 de febrero los primeros datos sobre las transferencias inmediatas ejecutadas por los bancos españoles. Según el estándar paneuropeo SEPA SCT INST, 80 entidades españolas realizaron ese día miles de transferencias inmediatas con un límite máximo individual de 15.000 euros. Estas transferencias realizadas en segundos complementan las que muchas de nuestras entidades realizan desde finales del año pasado con contrapartidas europeas y domésticas. Como es habitual, dada la elevada competencia existente, el precio aplicado a este servicio depende de la política comercial de cada entidad.
Los bancos y los nuevos competidores financieros no bancarios trabajan juntos para modernizar y hacer más eficiente la operativa bancaria. Pero es cierto que los bancos españoles han sido y siguen siendo el principal motor de avance tecnológico en el mundo financiero en nuestro país. El ecosistema de pagos es uno de los que más beneficios va a aportar a los clientes, por las posibilidades que se vislumbran con la innovación. Y también el que mejor refleja la elevada competencia existente, tanto entre bancos como entre bancos y otras entidades. La nueva regulación PSD2 facilita la rapidez y eficacia en los pagos, al mismo tiempo que refuerza su seguridad. Bajo esta nueva normativa se enriquece el sistema de pagos al aumentar la elevada competencia ya existente. Los bancos compiten para ser los que ejecutan los pagos, al mismo tiempo que compiten también para gestionar las solicitudes de pagos. Todo ello favorece que aumente la oferta de servicios de pago, lo que siempre redunda en beneficio del cliente.
Sería una pena que con este ecosistema no se puedan modernizar los pagos en el día a día, o lo que es lo mismo, que teniendo estos servicios disponibles los ciudadanos sigan teniendo que llevar consigo dinero en efectivo.