El esfuerzo ha merecido la pena

Como es posible que hayamos pasado de un paro, de acuerdo con la Encuesta de Población Activa en el 2006 de 1.837.000 desempleados a los 6.202.000 desempleados en 2013.

Probablemente, muchos nos preguntemos todavía como es posible que hayamos pasado de un paro de acuerdo con la Encuesta de Población Activa en el 2006 de 1.837.000 desempleados a los 6.202.000 desempleados en 2013. Es decir, hemos destruido más de 4 millones de empleos en siete años y esto merece un análisis pormenorizado.

Estos desafortunados números (con personas detrás), vienen en gran parte determinados por una gran crisis financiera, una bajada importante del empleo en el sector público, por la destrucción de casi dos millones de empleos en el sector de la construcción, etc.. Si a esto sumamos la pésima estructura de la economía española donde la actividad industrial y agrícola han ido perdiendo peso, dependemos en gran medida del sector servicios, donde los empleos generalmente son poco cualificados y temporales, por tanto, tenemos un problema de base muy importante.

A modo de ejemplo, pensemos en las Islas Canarias, donde actualmente estamos en un nivel de desempleo cercano al 33%, con un sector turístico en máximos históricos. ¿Esto quiere decir que ese paro es estructural y que no puede mejorar?, evidentemente no.

Desde finales del 2013, observamos como las reformas emprendidas por el gobierno están dando su fruto y en 2014 fuimos capaces de crear 433.000 empleos. Durante estos dos últimos años, y especialmente en el último semestre, hemos tenido una serie de factores que están haciendo que los números mejoren: el crédito empieza a fluir, depreciación del euro, aumento de las exportaciones, petróleo barato, aumento de la productividad, aumento del consumo interno.... También quiero destacar el impacto que ha tenido la reforma laboral, hace unos años necesitábamos crecer al 2,5% para crear empleo, ahora estamos consiguiéndolo con un crecimiento de apenas 1,5%, más allá de valoraciones políticas, esto es un dato objetivo.

Si queremos que los cifras de desempleo mejoren, deberemos seguir con una rebaja de impuestos que permitan tener mayor renta disponible para consumir e invertir (con lo que deberemos reducir el gasto público), que el crédito fluya a las empresas, orientar la inversión a otras actividades que nos hagan depender menos de la construcción y, sobre todo, mejorar la formación/cualificación de nuestro mercado laboral con planes que realmente vayan orientados a la empleabilidad, para ello es imprescindible detectar las necesidades de las empresas y que los servicios públicos de empleo sean efectivos en este tema.

Por último, debemos prestar especialmente atención sobre todo a los jóvenes, mayores de 45 años y parados de larga duración, colectivos especialmente vulnerables, que debemos proporcionarles las competencias que les permitan su inserción el mercado de trabajo, sin estas competencias, será imposible su retorno.

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