El fichaje está en casa y se llama Llorente
Este chico tenía que haber jugado mucho antes, señalan dos directivos del Real Madrid. «Ha demostrado que tiene capacidad para[…]
Este chico tenía que haber jugado mucho antes, señalan dos directivos del Real Madrid. «Ha demostrado que tiene capacidad para jugar en este equipo», rubrican. «Nos faltaba fuerza y la teníamos guardada en casa», rematan. El hijo de Paco Llorente, un guepardo como extremo en la era Beenhakker, tenía razón. Marcos Llorente merecía y debía jugar. Es un organizador, un repartidor de juego con precisión de pase, un medio centro incansable que ahora ha añadido a sus virtudes la velocidad. Su preparación física es encomiable, la mejor del plantel junto a la buena forma que exhiben Carvajal, Reguilón y Lucas. Solari buscaba un pivote que ejecutara la labor de Casemiro y tras probar con Ceballos y Kroos ha comprobado que Marcos era el sustituto natural del brasileño y ahora demuestra que puede ser titular fijo, no un mero reserva.