El gran problema de la deuda
El año enfila sus últimos días, y el Sr. Bernanke también apura sus últimos días como mejor sabe hacerlo, con los mercados esperando sus palabras.
"Malgasté el tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mi". William Shakespeare (1564 -1616)
El año enfila sus últimos días, y el Sr. Bernanke también apura sus últimos días como mejor sabe hacerlo, con los mercados esperando sus palabras.
A lo largo de sus últimos años ha conseguido lo que un servidor pensaba que no podría hacer, y que es reprimir la expresión libre de un mercado bajista, al que no ha dejado mostrarse en todo su esplendor. No obstante, el precio de llevarse a Wall Street, a máximos históricos de nuevo, ha sido prohibitivo, elevando la deuda de EE.UU. a niveles nunca vistos en la historia.
Hoy en día, por el mero hecho de nacer en territorio estadounidense, ya vienes al mundo con una deuda de 50.000 dólares bajo el brazo, y esta situación no puede más que empeorar. En una reciente entrevista el exgobernador del estado de Minnesota, Jesse Ventura, dijo que actualmente nueve de cada diez personas en EE.UU. no aprueban las actividades del Congreso, y llegó a calificar a los dos principales partidos estadounidenses como "bandas políticas" afirmando que han creado un sistema que "está completamente basado en el concepto de soborno".
"El asunto por el que tenemos que luchar es la abolición de estos partidos políticos. Deberíamos celebrar elecciones que no tengan partidos políticos. Para eso es para lo que necesitamos una revolución", indicó Jesse Ventura, y aseguró que las autoridades no estaban actuando en beneficio del país, sino en beneficio del Partido Demócrata o del Partido Republicano.
El exgobernador de Minnesota concluyó su discurso asegurando que era la primera vez en sus 60 años como ciudadano patriótico de EE.UU. que miraba hacia el futuro, y no lo veía muy optimista, y explicó que: "las únicas personas culpables de esto son los demócratas y los republicanos, ya que han gobernado el país durante los últimos 150 años".
Por otra parte, ayer se anunció que China ha superado los 1,3 billones de dólares en deuda estadounidense, por primera vez en octubre. Esto equivale a casi 1.000 dólares por ciudadano chino. Pero si a esa cantidad le sumamos los activos en territorio de Hong Kong, el total de títulos estadounidenses en poder de China alcanza el récord de 1,44 billones de dólares.
China multiplicó sus alertas durante el año pasado sobre el riesgo que implica la enorme deuda estadounidense. Pero siendo ambos países los mayores socios comerciales del otro y China disponiendo de un superávit masivo en el intercambio bilateral, continúa acumulando papeles del Tesoro estadounidense, para evitar que su divisa, el yuan, se aprecie demasiado.
No obstante, tal y como podrá comprobar viendo este gráfico no parece tener mucho éxito. Por lo tanto, aquí tenemos las dos bombas de relojería capaces de explotar en cualquier momento del próximo año, por un lado la enorme deuda de EE.UU. y su malestar, inclusive, en territorio nacional, que está creando y, por otro lado, la poca paciencia que le puede quedar a China de ver cómo año tras año, la divisa estadounidense, que representa casi el 40% del total de sus reservas extranjeras, vale cada vez menos.
Desconozco por cuanto tiempo van a aguantar pacientemente los chinos, siendo los mayores tenedores de una deuda estadounidenses que pierde valor con cada día que pasa, pero si sé cuando van a tirar la toalla. Y ese día puede verse en el siguiente gráfico:
Ese día está cerca, y la pérdida de los 125,47 puntos, en el bono a 30 años del Tesoro estadounidense, marcará el comienzo de la preparación para la carrera de fondo de sálvese quien pueda.