El motor de Asia
"No me siento destinado a creer que el mismo Dios que nos ha dotado de sentido común, razón e intelecto,[…]
"No me siento destinado a creer que el mismo Dios que nos ha dotado de sentido común, razón e intelecto, nos haya destinado a renunciar a su uso".
Galileo Galilei.
China puede coger el relevo de Japón en la mesa de las imprentas masivas de dinero para frenar la caída del crecimiento que le llevó a terminar el año pasado con una subida del 7,8%, el nivel de crecimiento más bajo de la última década. Acorde a estas cifras, la demanda de materias primas tales como el mineral de hierro, cobre y carbón también se redujeron a un solo dígito. Y este año, aunque el "aterrizaje forzoso" se ha evitado, el anémico crecimiento de la demanda de materias primas sigue enviando un mensaje muy pobre a un mercado que estaba acostumbrado a un crecimiento de dos dígitos.
No debería sorprenderles si les digo que los precios mundiales de las materias primas, medidos por el índice del Fondo Monetario Internacional de los precios de las materias primas, también está moviéndose por debajo del nivel alcanzado en el 2011, debido en gran parte a la desaceleración de la economía china. Sin embargo, los comerciantes y ejecutivos de la industria destacan que para la mayoría de las materias primas industriales tales como el mineral de hierro o el cobre, la demanda continúa aumentando, aunque a un ritmo lento a la par con el crecimiento de la demanda del año anterior.
Todo esto parece estar pasándole factura a la Bolsa de valores de Shanghai, ya que se ha vuelto a girarse a la baja tras marcar un nuevo máximo decreciente:
Esto contrasta mucho con la situación del Dow Jones que continúa marcando un nuevo máximo histórico tras otro. Lo que me hace preguntarme, ¿Cuánto tiempo puede durar esta divergencia?