El oro pendiente de la FED
La desaceleración del crecimiento de una inflación estancada por debajo del 2%, es una situación que podría llevar a la FED a replantearse la reducción de su balance como ya comentó en la pasada reunión. Los aumentos de tipos de interés siguen sosteniéndose con los aumentos graduales establecidos, pero ir quitando peso a su balance parece ser todavía un motivo de debate que perdurará en el tiempo.
La desaceleración del crecimiento de una inflación estancada por debajo del 2%, es una situación que podría llevar a la FED a replantearse la reducción de su balance como ya comentó en la pasada reunión. Los aumentos de tipos de interés siguen sosteniéndose con los aumentos graduales establecidos, pero ir quitando peso a su balance parece ser todavía un motivo de debate que perdurará en el tiempo.
Con un pleno empleo, es difícil entender unas tasas de interés tan bajas, siendo en este caso poco sostenible dicha situación, la posibilidad de incrementar tipos de interés si la inflación se sigue situando por debajo del 2%.
Por el contrario, las expectativas de pleno empleo son optimistas y se valora la opción de tener una tasa mayor a la actual por un periodo de tiempo prolongado.
No todas las opiniones son unánimes, ya que también está el punto de vista en el que muchos ven un serio problema en la clara caída del desempleo, ocasionando una posibilidad elevada a que la inflación se dispare.
El calendario por parte de la FED parece ser imperturbable y las probabilidades de una nueva subida en septiembre son elevadas, la modificación del balance de deuda que ostenta la FED podría extenderse hasta diciembre, dependiendo de las noticias macro que se vayan dando.
Estas circunstancias podrían beneficiar de manera ostensible una estrategia bajista dentro del oro. Teniendo en cuenta que el crecimiento económico es sostenible y creciente, hemos podido llegar a comprobar la primera pérdida del oro en el mes de junio, dándose los mejores datos macroeconómicos anuales, al inversor parece darle lo mismo las preocupaciones geopolíticas y el apetito por el riesgo domina sobre la búsqueda de activos refugio.
La máxima presión bajista se está dando por el incremento de los costes de endeudamiento, que están provocando los bancos centrales, sumado a una no creciente inflación, provoca una reducción en las posiciones largas dentro de esta materia prima preciosa.
Aún en esta situación, el oro sigue acumulando un resultado positivo este año, pues tenemos que tener en cuenta que el próximo en actuar es el BCE, lo que hace pensar que las malas noticias para el metal precioso parecen no frenarse.