El oro recorta por su propio peso
Después de rozar objetivos importantes de corto plazo, el oro desarrolla una etapa de recortes en las dos últimas semanas[…]
Después de rozar objetivos importantes de corto plazo, el oro desarrolla una etapa de recortes en las dos últimas semanas que sospecho aún no ha concluido, pero que ha dejado a salvo la directriz principal del tirón alcista iniciado en el mes de julio.
A falta de datos oficiales, por un simple proceso de asociación de ideas y de datos, la intuición dicta que buena parte de las operaciones especulativas de los meses de julio y agosto han recogido los beneficios acumulados durante esos meses.
Si bien es probable que aún asistamos a un retroceso hacia los 1.300 dólares por onza, un punto porcentual inferior al precio actual, todavía es pronto para rechazar la consecución de los objetivos en la banda entre los 1.375 y los 1.385 dólares por onza. Lo más recomendable bajo estas premisas y mientras el precio se mantenga por encima de la directriz, es primar los procesos de especulación al alza frente a los intentos bajistas. Esta actitud debería cambiar para el caso de que la cotización del oro se descuelgue bajo los 1.300 dólares por onza, en cuyo caso se despejaría el camino hacia el objetivo natural en la zona de los 1.260 dólares.
Por su parte, la plata no ha evitado el mimetismo con la evolución del oro. Si bien era más previsible por los niveles de recuperación alcanzados, el giro ha sido más profundo en términos relativos. La mayor volatilidad del cruce entre el dólar y la onza de plata es un gran aliado de la especulación en intradía, pero dificulta la toma de decisiones a plazos aún inscritos en el corto y muy corto plazo. Por eso suele dar buenos resultados hacer gala de una alta dosis de paciencia mientras se alcanzan referencias importantes.