El oro recupera posiciones en la guerra del dólar
El metal precioso tiene ahora el reto de superar la resistencia de los 1.220 dólares por onza con la que ha tropezado.
Hace cien años el oro tuvo que sacrificar su protagonismo en el sistema monetario, para que los gobiernos interesados pudieran financiar la costosa, no solo en lo humano si no también en lo económico, primera guerra mundial. De no haber eliminado el patrón oro, ese conflicto armado no se podría haber prolongado más allá de unas semanas y, ante esa perspectiva, tal vez ni siquiera se hubiera iniciado.
Desde entonces el oro ha sido la moneda de cambio y de refugio en la multitud de situaciones adversas que se han declarado, tanto en lo económico como en lo social. Será porque no se puede fabricar o producir al antojo de un gobierno, o porque su valor siempre infunde respeto sin fronteras ni ideologías, el caso es que siempre está en medio de cada batalla económica que se libra.
En la guerra particular entre el dólar con las demás divisas y con las materias primas, acentuada durante los últimos meses y especialmente desde finales de noviembre pasado, el oro ha fluctuado según lo ha hecho su pareja de cotización, en un arbitraje casi perfecto del que solo se ha podido zafar, aunque sea momentáneamente, al tocar el soporte de los 1.145 dólares a finales de marzo.
El oro consiguió salvar la importante referencia de medio y largo plazo, a pesar del repunte del dólar en los días posteriores y, desde entonces, el metal ha conseguido apreciarse más de lo que ha dictado la evolución del billete verde americano, hasta tropezar con la resistencia situada en los 1.220 dólares por onza, ahora situada en la parte intermedia del canal lateral bajista vigente durante los últimos dos años.
Solo en caso de superar la resistencia cambiaría la dirección descendente de los máximos y mínimos, reduciendo la presión bajista que aún persiste en el metal. Por lo que la superación de los 1.220 dólares podría aprovecharse para realizar compras con fines especulativos con la vista puesta en el techo del canal lateral-bajista y la esperanza de que éste, finalmente, se resuelva al alza y abra la perspectiva de poder lograr los 1.400 dólares en el presente ejercicio económico.
En contra de lo que pueda parecer, por la proximidad de la resistencia, la estrategia de abrir posiciones a la baja (cortos), con un stop muy cercano en la superación de la referencia, para un lector de esta revista que pague sus facturas en euros, podría verse muy castigada ante una eventual y muy probable caída del euro, como consecuencia de los programas de compra de deuda del Banco Central Europeo, por lo que no parece aconsejable mirar hacia abajo de momento.
EVOLUCIÓN DE LA COTIZACIÓN DEL ORO
EL ORO FRENTE AL ÍNDICE DÓLAR
La plata mejora pero no convence
La plata también protagonizó un rebote, justo cuando más presión bajista recibía, de la mano del descanso del dólar. Sin embargo no ha conseguido tener continuidad, más allá de lo logrado en el primer tirón y lejos de acercarse a su resistencia clave en el corto plazo, en la zona de los 18,50 dólares.
Solamente por encima de esa cota se podría recuperar la mentalidad alcista para el medio plazo. Por debajo de ella aún cabe esperar nuevos descensos, incluso por debajo de los marcados hace cinco meses. Y es que la plata, además de ser un valor monetario, también es una materia prima de consumo industrial, lo que afecta en mayor medida a su volatilidad.
EVOLUCIÓN DE LA COTIZACIÓN DE LA PLATA