El sector bancario, en el punto de mira
Las malas noticias se centran dentro de un sector que no pasa por su mejor momento.
Las malas noticias se centran dentro de un sector que no pasa por su mejor momento. El negocio está tremendamente lastrado por las bajas tasas de interés actuales, que provocan que un comercio que podría ser altamente atractivo como en el pasado, actualmente no sea tan provechoso y rentable, cuestión que provoca una reducción en los ingresos y de manera indirecta socaba la rentabilidad del negocio. Buscando alternativas para solapar ese descalabro se está produciendo una restructuración contable a través de la reducción de costes, siendo el empleado y los activos inmobiliarios donde se centran los recortes o las ventas.
Otra cuestión tremendamente importante, y mucho más preocupante es la actividad económica en la que nos encontramos actualmente, la posibilidad de una prematura recesión y un limitado poder adquisitivo por parte de los ciudadanos, no alentaría a los mismos a solicitar créditos ya que el miedo sigue vigente, ante la posibilidad de que la situación actual sea aún de incertidumbre, el consumidor no está dispuesto a endeudarse y requerir dicho servicio por parte de las entidades financieras.
Además las malas noticias son constantes, ya que por parte del Deutsche Bank, todavía no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos para saldar el proceso judicial abierto sobre prácticas inapropiadas con productos financieros hipotecarios.
La única esperanza está puesta en los bancos estadounidenses, ya que la posible subida de tipos de interés, podría abrir la puerta a incrementar el rendimiento del negocio.
Aunque esta noticia pueda ser positiva son más las negativas a las que hay que sumar la incertidumbre de un posible cambio de la residencia fiscal de los grandes bancos desde la City a otras grandes potencias europeas.