El sector bancario otra vez en el punto de mira
Ya tenemos el mismo paisaje de los dos últimos ejercicios: buen comienzo de año hasta que los mercados se tuercen[…]
Ya tenemos el mismo paisaje de los dos últimos ejercicios: buen comienzo de año hasta que los mercados se tuercen y se convierten en un tobogán insufrible para ahorradores/inversores. El mes de mayo se ha estrenado con una racha bajista que hacia mucho tiempo que no se veía por estos lares. Tal evolución tiene dos causas: Donald Trump y el sector bancario. El presidente de los Estados Unidos ha decidido caldear el ambiente internacional desde su plácido despacho de la Casa Blanca, via Twitter, amenazando a diestro y siniestro. China, Irán, Cuba, la Unión Europea y el propio partido demócrata estadounidense han sido los objetivos en los últimos días de sus ocurrencias, lo que ha creado un ambiente de inseguridad, ya no de perplejidad, que ha tenido su repercusión negativa en los mercados.
Tal ambiente ha propiciado en España que las malas noticias en torno al futuro del sector bancario hayan tenido un mayor efecto negativo. Tal vez, lo de menos sean los acuerdos y decisiones de dos grandes bancos para reducir el empleo y el número de oficinas. Lo más sustantivo es la discrepancia entre el Banco de España y los responsables del sector financiero sobre la solvencia que es exigible en estos momentos a las instituciones bancarias. Para el primero, los bancos españoles se encuentran entre los menos capitalizados de la Unión Europea y es necesario abandonar ese furgón de cola con medidas como la reducción de los beneficios que se dedican al reparto de dividendo. Para los segundos, los nuevos requerimientos de capital pueden provocar una reducción del crédito, lo que pondría en riesgo la financiación de la economía productiva. El accionista del sector bancario, que desde la crisis ha visto como disminuye de manera alarmante el valor de sus títulos, contempla, como un simple convidado de piedra, esta disputa que afecta de forma negativa a todo el mercado. Lo único bueno de la situación actual es que el mercado bursátil muestra signos de reacción positiva a poco que encuentra algún mínimo argumento. Hay liquidez y las amenazas de recesión económica lo son menos.