El sindios de los tipos de interés negativos
La palabra "sindios" refleja la alteración del orden y sentido de las cosas.
La palabra "sindios" refleja la alteración del orden y sentido de las cosas.
Las actas de la última reunión de la Fed conocidas ayer reflejan la reciente incertidumbre creada por la combinación de indicios de desaceleración económica e inestabilidad de los mercados que lleva a unas condiciones financieras menos laxas. Las expectativas de los agentes económicos también se han visto afectadas por el aumento de la tensión geopolítica en los últimos tiempos. Todo ello ha llevado a la autoridad monetaria norteamericana a pedir paciencia con respecto al proceso de normalización monetaria emprendido hace más de un año.
Hay factores estructurales que están empujando a la baja los tipos de interés de equilibrio a nivel mundial. Comenzando por el factor demográfico, el progreso técnico y también la baja productividad. Nos enfrentamos como sociedad a una nueva etapa histórica de bajos tipos de interés oficiales y con presiones a la baja sobre los tipos de interés a medio y largo plazo. Parte de estas presiones se derivan de las medidas monetarias expansivas no tradicionales aplicadas por los bancos centrales, como la compra de activos en el mercado y los tipos de interés negativos aplicados en algunos casos.
Este escenario plantea cuestiones sobre la efectividad de la política monetaria en el futuro.
Hoy mismo el Banco de España ha publicado una nota de análisis donde analiza el impacto en la gestión de la política monetaria tras el final de la compra de activos. Considera que en el futuro inmediato las principales herramientas que utilizará el banco central serán la orientación sobre la evolución futura de tipos y la reinversión de los vencimientos de papel en cartera, aunque deja la puerta abierta a otras medidas adicionales si fuera preciso. En el pasado reciente ha sido el Banco Central Europeo el que ha publicado otra nota de trabajo valorando la transmisión de la política monetaria en un entorno de tipos como el actual.
Naturalmente también se han publicado estudios a nivel internacional sobre los riesgos asumidos al mantener unas condiciones financieras demasiado laxas durante demasiado tiempo.
Más allá de las posibles distorsiones que pueden generarse en la asignación de recursos también está su impacto en los mercados financieros: la gestión del riesgo por un creciente sector financiero no bancario que debe ser valorado por las autoridades. También deben considerarse los potenciales excesos en precio y deuda asumida por los agentes económicos en un entorno de tipos como el actual. Por lo que respecta a los bancos, tipos de interés bajos y curvas de tipos planas suponen un reto para seguir recuperando la rentabilidad perdida durante la crisis y que demandan sus inversores. Los bancos han dado suficientes pruebas en el pasado de su capacidad de adaptación a cambios en el escenario, aunque el reto en esta ocasión es considerable si valoramos tanto la exigente como inacabada regulación y la creciente competencia digital de terceros que se benefician de una regulación menos exigente. Reforzar la estabilidad del sector bancario debería ser una prioridad de todos como sociedad.