Entre santos andan los mercados

Jamás concluirá el debate sobre quien
dijo aquello de "en tiempos de tribulación, es mejor no hacer mudanzas". Ya
fuera Santa Teresa de Ávila o San Ignacio de Loyola, lo cierto es que la
sentencia se ha utilizado muchas veces en los mercados financieros cuando se
trataba de recomendar a los ahorradores/inversores que se abstuvieran de hacer
cambios en su cartera en un momento determinado. Reconozco que me encuentro
bajo el influjo de los santos, bien porque un Premio Nobel de Economía ha dicho
esta semana que las Bolsas se encuentran en una situación semejante a los días
anteriores al crack del año 29 o porque algunos analistas no dudan en señalar
que la cotización de los bancos españoles puede subir un 30 por ciento a final
de ejercicio, mientras que el mercado no deja de castigar al sector. 

En estas
circunstancias, me cuesta hacer mudanzas en mi cartera, aunque mi asesora trata
de sacarme de esa parálisis inútilmente. Lo único que veo claro y que me llama
la atención es la posibilidad de optar por fondos de inversión o otros
productos, como los ETF (fondo compuesto por valores, que cotiza en Bolsa), con
fiscalidad semejante ahora, cuyas comisiones son bastante más bajas. Resulta
que algunos grupos bancarios, que se mostraban críticos con la gestión pasiva
de fondos, se están apuntando a ella, conscientes de que no deben perder
clientes,  ofreciendo productos con una
comisión entre 0,5/0,6 por ciento, menos de la mitad de los que se cobra por
los fondos de gestión activa. Reducir gastos es una apuesta por la
rentabilidad, aunque conlleva también riesgo.