Es el momento de la renta variable
Una renta variable desbocada, asusta cada vez más a los inversores, que incrédulos observan como los posibles recortes y las expectativas negativas se eliminan al compás de alzas continuadas en la renta variable.
Una renta variable desbocada, asusta cada vez más a los inversores, que incrédulos observan como los posibles recortes y las expectativas negativas se eliminan al compás de alzas continuadas en la renta variable.
Lo extraño de la situación actual es que los catalizadores que podrían considerarse claves para ver algún recorte, están siendo un motivo más para impulsar los mercados. Esta cada vez más ilógica no oxigenación de los mismos, puede generar recortes, que son notablemente leves, pero provoca una incertidumbre creciente sobre el siguiente suceso que pueda ocurrir, ya sea geopolítico o económico.
Sigue observándose la premisa histórica en la que el mercado con la incertidumbre y el miedo es cauto, pero una vez se disipan las dudas, la renta variable lo aprovecha siempre por el lado positivo.
El mercado debe caer y debería recortar, pero puede no hacerlo y la historia se repite una y otra vez, pues 2017 es un año optimista y por el momento positivo para la renta variable. Se espera un detonante bajista que haga recortar al mercado de manera espectacular, lo cierto es que las pretensiones y fundamentos bajistas existen pero no tienen el suficiente peso para frenar a un mercado desbocado.
Es fácil vender pesimismo al inversor, el miedo es tremendamente humano y el dinero es miedoso por naturaleza. Pero los hechos son que el optimismo y la rentabilidad están dando la razón jornada tras jornada a los compradores. Las grandes instituciones e inversores siguen dentro del mercado y él hambre por el riesgo no parece tener fin. La renta variable no es una cuestión de gustos o de moda, en el momento actual, es prácticamente la única alternativa.
Es bueno que exista tanto pesimismo frente al mercado para los que siguen haciéndose con todo el papel, cuando el positivismo se adueñe del mercado podrán soltarlo con más facilidad. Todavía no es tarde, pero cada vez van quedando menos trenes a los que tiene opción de subirse el inversor.
Elegir bien y hacer caso al mercado es algo que ha funcionado y seguirá funcionando.