Folclore, seguridad y emoción en tierra extraña

Madrid, preparada para algo parecido a una guerra por todo lo que se había dicho y escrito, gestionó con muy[…]

Madrid, preparada para algo parecido a una guerra por todo lo que se había dicho y escrito, gestionó con muy buena nota un domingo de locos, vendida la noticia antes de que se produjera porque se daba por hecho que esta Copa Libertadores traería bofetadas, piedras y sangre. River y Boca, por culpa de sus barras bravas y por la incapacidad para comportarse y tenerlos controlados debidamente en su propia casa, trasladaron a la capital de España el partido más importante de sus vidas, un fracaso para Argentina que será recordado para siempre. Porque el superclásico, lo más parecido a un Madrid-Barça, se jugó en el Santiago Bernabéu, que viene a ser como si el duelo entre los dos colosos del fútbol español se disputa en la Bombonera o donde quiera que sea. (Crónica del River-Boca)

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