Indecisión estacional

Como hemos visto durante todo este mes de mayo, la indecisión se ha trasladado al mercado en forma de una lateralidad tremendamente volátil.

Como hemos visto durante todo este mes de mayo, la indecisión se ha trasladado al mercado en forma de una lateralidad tremendamente volátil.

Esto ha ahuyentado prácticamente a todo aquel inversor que haya querido tomar posiciones durante este periodo de tiempo.
Los catalizadores han sido pobres durante prácticamente toda la semana e incluso la gran nota positiva que puso Japón, la pasada semana, no ha tenido una relevancia sustancial y es que el país nipón ha conseguido salir de la recesión después de un dato positivo de crecimiento.

Los bancos centrales tampoco han ayudado ni lastrado con sus correspondientes actas, proporcionando un signo mixto con la presentación de las mismas, aunque bien es cierto, que la FED promete un periodo lleno de suspicacias y previsión de escenarios hasta la próxima reunión, ya que abren la puerta a una posible subida de tipos de cara a este verano, siempre y cuando acompañen los datos macroeconómicos, nuestras previsiones siguen siendo las mismas ante la probabilidad alta de que haya datos positivos y negativos por igual, hasta la citada fecha, lo que le garantizaría tiempo para dilatar la subida hasta finales de año, si es que ésta finalmente se da.

Ante el miedo y la indecisión, ya son muchos los que recomiendan plegar velas en los mercados bursátiles hasta después del verano. Viendo el histórico de los últimos años no es de extrañar que ya se filtren este tipo de recomendaciones y esto es un factor más, a favor de ver un mercado que fomente las estrategias de especulación de corto plazo, que la inversión de medio y largo, que poco a poco ha ido perdiendo interés y solidez durante 2016. Circunstancia lógica después de vivir un comienzo de año bastante negativo y no terminar de consolidar incrementos relevantes desde zona de mínimos que nos generen la confianza necesaria para tener un pensamiento optimista que nos lleve de nuevo a máximos.

Fuera de esta incertidumbre, lo que debemos tener en cuenta, es que dentro de los mercados financieros podríamos aprovechar grandes oportunidades que se están dando en activos poco convencionales para el inversor nacional de a pie. El ataque a máximos anuales de materias primas, aprovechando el leve recorte sufrido nos abre la puerta a una inversión que nos proporcionaría la diversificación necesaria para generar una cartera mucho más sólida y potencial de rendimiento atractivo, analizando la tesitura actual, en particular, una materia prima preciosa como el oro podría recibir un interés comprador y una demanda creciente que propiciará su encarecimiento por pautas como el incremento futuro de inflación, - no olvidemos que es el objetivo perseguido por gran parte de los bancos centrales de las economías principales a nivel global-, y ante un posible incremento del miedo ante previsibles recortes dentro de la renta variable.

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