Josep Borrell no gana para disgustos con sus inversiones
El mundo del ahorro y la inversión solo le trae quebraderos de cabeza al ministro de Asuntos Exteriores de Pedro[…]
El mundo del ahorro y la inversión solo le trae quebraderos de cabeza al ministro de Asuntos Exteriores de Pedro Sánchez. Lo mismo le engaña un «chiringuito» financiero que la CNMV le multa por usar información privilegiada cuando trataba de salvar los restos de un naufragio bursátil.
Definitivamente, el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, tiene la negra con sus inversiones. Recordarán que en noviembre de 2016 se conoció que este político había caído en las garras de un «chiringuito» financiero por internet, Consorfx, que se quedó con los 150.000 euros que había invertido. Y esta pasada semana la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le ha impuesto una multa de 30.000 euros por el uso de información privilegiada en la venta de acciones de Abengoa. Según el regulador, Borrell, que era consejero de esa compañía, conocía información relevante que todavía «no había sido publicada». Tanto es así, que Borrell vendió acciones por valor de unos 9.000 euros el 24 de noviembre de 2015, justo antes de que Abengoa anunciara la presentación de un preconcurso de acreedores.
Pero los problemas de Abengoa no surgieron de pronto. Y Borrell, como consejero, tenía perfecto conocimiento de lo que sucedía y hacia dónde se dirigía la compañía. De hecho, el valor, ese ejercicio, el de 2015, ya arrastraba una caída en bolsa de más del 50 por ciento antes de que Borrell vendiera sus acciones. La cotización de Abengoa se acercaba peligrosamente al nivel de 1 euro por acción. La inversión de Borrell era un auténtico desastre. Por ello, lo cierto es que ya no tenía necesidad de apurar hasta el último momento para vender, no le merecía la pena a una persona de su perfil utilizar esa información privilegiada para salvar unos 9.000 euros.
Además, es verdad que Abengoa se desplomó un 52,07 por ciento el día 25 de noviembre de 2015 y un 29,72 por ciento el día 26, pero las cuatro sesiones siguientes subió un 14,88 por ciento, un 65,91 por ciento, un 42,33 por ciento y un 21,17 por ciento. Es decir, una semana después el valor se situó muy por encima del precio al que había vendido Borrell. Ni con información privilegiada le salió bien la jugada. Como decía al principio, tiene la negra con las inversiones.
Pero las dudas que pueden generar su extraña manera de gestionar una información privilegiada y el poco valor de sus acciones no le eximen de responsabilidad en este asunto. Como dice un refrán francés: «Qui vole un oeuf vole un boeuf». No importa tanto el valor del delito como el hecho en sí mismo. Y si es un ministro el que está detrás de ello, con más motivo debe dejar el cargo de manera inmediata. Cuando escribía estas líneas todavía seguía al frente de Exteriores. Inexplicable.