La banca vuelve a sacar pecho

El sector bancario ha vuelto a ser protagonista esta
semana con motivo de la presentación de resultados de sus principales
entidades. Los buenos resultados ofrecidos contrastan con la reacción de una
Bolsa decepcionada y el castigo al que sometió a algunos valores con fuertes
caídas en las cotizaciones. En cualquier caso, lo peor ha pasado para la banca
española, tras un decenio de cambios como no había vivido en su historia. Es
justo recordar que muchos accionistas han sufrido, y contribuido al tiempo, a
esta transformación a costa de perder una parte de su patrimonio.

Es verdad que los resultados presentados tienen muchos
matices y ello explica el castigo bursátil, amplificado además por los malos
resultados de la banca alemana, pero la mejora del sector es evidente. Sin
embargo, la banca difícilmente podrá recuperar el protagonismo pasado en el
mercado de renta variable ni despejará las dudas sobre la bondad de un negocio
que tiene todavía algunos retos importantes que superar. Debe  continuar reduciendo sus activos problemáticos,
seguir su transformación digital y controlar costes. Al tiempo ha de esforzarse
más en ofrecer un efectivo asesoramiento a sus clientes más allá de la mera
comercialización de sus productos. Es por esa vía de recibir un mejor servicio
a precios adecuados, sin agobiar con comisiones a los clientes, por donde el
ahorrador/inversor puede esperar lo mejor del más reciente cambio en el sector
bancario. Para otros objetivos debe imponerse la prudencia.