La política monetaria estadounidense seguirá siendo flexible, con tapering o sin él

Frente a un escenario de en su mayoría poco sorprendentes resultados del tercer trimestre en Estados Unidos y Europa y de datos económicos estables, los mercados de renta variable han permanecido en una tendencia alcista en noviembre.

Frente a un escenario de en su mayoría poco sorprendentes resultados del tercer trimestre en Estados Unidos y Europa y de datos económicos estables, los mercados de renta variable han permanecido en una tendencia alcista en noviembre. Por ello, seguimos siendo positivos respecto a esta clase de activo, sobre todo en relación a las acciones europeas por dos razones principales. En primer lugar creemos que pronto el crecimiento en Estados Unidos se acelerará y esto tendrá un impacto positivo en Europa y, en segundo, la amplia deflación que están viviendo los países desarrollados llevará a los bancos centrales a mantener sus posturas muy acomodaticias. 

La débil inflación ha sorprendido a todos los bancos centrales, y ahora saben que deben actuar contundentemente contra la deflación. Esta es la razón por la cual el Banco Central Europeo recortó los tipos 25 pb antes de lo esperado y el motivo por el cual ha mantenido un tono proactivo. Aún así, los mercados querrán ver cómo actúa la FED y, por ello, las negociaciones sobre el tapering se convertirán en el centro de atención en las próximas semanas. La situación es bastante confusa debido a la división entre las últimas actas de la FED, que decían que la retirada de estímulos debería empezar en el futuro próximo, y la insistencia de Janet Yellen de que la actual debilidad de la economía, hace que se mantenga la misma política monetaria hasta próximo aviso. 

A día de hoy, las discusiones de la FED sobre cómo convencer a los mercados de que no está prevista ninguna subida de tipos, en el corto plazo, parecen haber avanzando mucho, y no hay ninguna duda de que la política monetaria seguirá siendo flexible, con tapering o sin él. Sin embargo, la retirada de estímulos, cuando finalmente empiece, podría provocar algo de volatilidad a corto plazo en el mercado; aunque, no pensamos que la FED vaya a tomar medidas en su próxima reunión de política monetaria del 18 de diciembre. Sería peligroso correr este riesgo durante un período de escasa liquidez en el mercado, sobre todo dado que no hay prisa. 

Por tanto, en las próximas semanas, los activos de riesgo podrían verse afectados por la volatilidad en los mercados de bonos. En consecuencia, hemos mantenido nuestras perspectivas pesimistas sobre los bonos norteamericanos, y este mes hemos empezado a reducir nuestra exposición a los bonos europeos. No obstante, seguimos siendo positivos en relación a los bonos de alto rendimiento y los convertibles.
Las divergencias entre la FED y el Banco Central Europeo se están volviendo más claras todo el tiempo. La FED está trabajando en una normalización de la política monetaria, incluso aunque este proceso será muy lento y, probablemente, se produzca más adelante, mientras que el Banco Central Europeo está preocupado por encontrar nuevas formas de luchar contra el riesgo deflacionista. En nuestro punto de vista, esta diferencia de enfoque constituye buenas noticias para el dólar, y mantenemos nuestras perspectivas positivas sobre esta divisa. 

Benjamin Melman, Director de Asignación de Activos y de Deuda Soberana en Edmond de Rothschild AM

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