La próxima crisis

Sin terminar de remontar el vuelo después de la última gran crisis vivida, ya son muchos los que se avecinan en aventurar cuál puede llegar a ser la próxima gran crisis.

Sin terminar de remontar el vuelo después de la última gran crisis vivida, ya son muchos los que se avecinan en aventurar cuál puede llegar a ser la próxima gran crisis. Debemos tener en cuenta que no es difícil de acertar, no hay que ser ningún gurú, la economía se mueve por ciclos : expansión, pleno crecimiento, recesión y crisis.

Las pautas están claras, pero y si tal vez los modelos han cambiado y los periodos que estimábamos en el pasado se han prolongado, se han modificado o aquellos datos que tomábamos como referencia para estimar si estábamos en un nivel o en otro ya no se puede tomar como medida, tal vez haya que añadirle algún otro factor.

Se habla de la próxima crisis cuando los coletazos de la última no nos permiten salir de la misma. No se puede hablar de expansión porque estamos en una clara recesión económica, en un estancamiento global generalizado y se lucha contra él, en esa reflexión podemos tener el punto de partida.

Podríamos generar un nuevo estado que nunca antes se había visto, al menos con tanta asiduidad, el intervencionismo desmedido para intentar reflotar la economía y que las medidas, principalmente cuantitativas, no reflejen tal magnitud en las circunstancias económicas. Incluso las economías más reticentes a ir por el camino de los estímulos monetarios (eurozona) han terminado convirtiéndose, pasando de políticas restrictivas, -mediante austeridad económica-, a comenzar con políticas expansivas. La transformación o cambio de un modelo a otro no se produce porque se vea un resultados en el corto plazo, sino porque las políticas con las que se aplicaron no han dado resultados en el medio plazo.

Visto así, también se puede pensar que lo correcto era ir por el camino de la impresión de liquidez, pero era necesario también una reestructuración y tomar medidas drásticas, que han influenciado en mayor medida al ciudadano de a pie.

La cuestión es, una economía global con prácticamente la totalidad de las grandes potencias realizando políticas monetarias agresivas, que no terminan de arrancar, será capaz de absorber la deuda emitida por todos estos, no ya en el corto plazo sino en un medio-largo plazo, todo parece ir encaminado a que si realmente todas las piezas de la maquina no empiezan a carburar podemos encontrarnos en una situación delicada en el futuro, ya que estaríamos poniendo toneladas de masa monetaria en una economía que no es capaz de digerirla ni hacerla efectiva de una manera óptima hacia los principales problemas a los que nos llevó la gran crisis financiera anterior, tasa de desempleo y deflación.

La circunstancia está en saber si realmente se está empezando a mirar hacia otro lado y se centra como foco de atención, no sólo los datos macroeconómicos que son el termómetro de la economía, y por lo que supuestamente se han comenzado este tipo de políticas monetarias.

El foco parecen ser los mercados financieros y todo lo que ello engloba, nunca se hace referencia por parte de bancos centrales y nacionales a dichos mercados, pero son el gran motivo por el cual parece haber un optimismo generalizado, el problema, y volvemos al principio, es que se puede estar generando un nuevo estado dentro de los ciclos económicos, ya que la descorrelación existente entre renta fija y renta variable, es muy importante, pero no debe sorprendernos porque parece haber dinero para todo. En un tiempo veremos si la economía real es capaz de digerir todo, por el momento. El indicador avanzado que son los mercados financieros es positivo y algunos datos nos dan esperanza, lo que si tenemos que tener claro es que el planteamiento de modelos anteriores pueden cambiar en el presente y futuro. 

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Una nueva crisis aún está lejos, pero no debemos ser necios y tener en cuenta que llegará, el motivo por el cual podría llegar a comenzar es difícil de saber, pero por el camino que llevamos si la economía no empieza a consumir a unos niveles que mantengan la inflación motivadas por el incremento del empleo, nos situaremos en un futuro en un problema de endeudamiento y sobre apalancamiento monetario.

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