La renta fija corrige con fuerza

Ya lo advertimos: los activos de renta fija corren el riesgo de llevar a cabo una corrección para desgracia de los partícipes de fondos de inversión o de pensiones. Y la caída se ha producido de forma rápida y con gran agresividad durante la última semana. Lo que puede considerarse un desplome en muchos aspectos, ha cogido por sorpresa o "con el pie cambiado", como dicen algunos gestores, a muchos gestores y ahorradores.

El problema es que muchos habían apostado por este tipo de fondos para tratar de proteger los importantes beneficios acumulados en renta variable durante los tres primeros meses del año. Sin embargo, en apenas una jornada en algunos casos se han perdido los beneficios que ha aportado la renta fija en los primeros tres meses del año. Ni siquiera las grandes compras de activos del Banco Central Europeo, manteniendo los tipos bajos, han sido suficientes para impedir la caídas. Los bonos alemanes cayeron un 4,81 por ciento desde los máximos del año, un deterioro que significa perder todo lo ganado desde el inicio de 2015. El precio de otros bonos sufrió una caída todavía mayor: el título francés perdió un 5,16 por ciento, el irlandés, un 5,15 por ciento, o el austriaco un 4,51 por ciento. El bono español supera el 5 por ciento de caída desde los máximos del 12 de marzo y el portugués se acercó al 8 por ciento de pérdida.

Inverco, la patronal que agrupa a las gestoras de fondos, calcula que sólo el 20 por ciento de los fondos que se comercializan en España habrán quedado fuera del negativo efecto de esta caída de la renta fija. Esta corrección afecta de manera especial a los fondos de pensiones, cuyas carteras suelen ser más conservadoras e incluyen un alto porcentaje, cuando no su totalidad, de renta fija. No es buena costumbre mirar todas las semanas el valor liquidativo de los fondos de inversión y de pensiones, especialmente en momentos como éstos en los que el 90 por ciento de ellos habrán registrado pérdidas en la última semana.