La renta fija, futuro objetivo de los bancos centrales
Como ya hemos podido comprobar en el pasado. Los principales entes económicos siguen siendo los protagonistas una y otra vez.
Como ya hemos podido comprobar en el pasado. Los principales entes económicos siguen siendo los protagonistas una y otra vez. Desde que tomaron las riendas de la economía para equilibrar los desajustes provocados por la gran crisis, su protagonismo ha sido más constante y relevante. Dicho panorama y la relevancia de las actuaciones ha provocado siempre una mayor especulación.
Largo y tendido hemos hablado de las consecuencias de las actuaciones y el impacto de las mismas. Aunque siempre hemos llegado a un mismo punto, distintos caminos nos llevan al mismo destino. Y es que los bancos centrales seguirán actuando de una manera sensata y sin excesos, aunque no hablar de excesos teniendo en cuenta la cuantía ingente de billetes que se han inyectado al sistema económico, es un poco necio que provoquen grandes perturbaciones en los mercados y aceleren o frenen los objetivos perseguidos en el ámbito macroeconómico.
Hay que destacar este tipo de circunstancias para tener en cuenta que "Ellos" siempre van a estar ahí, cuando las cosas vayan bien, como es en este momento, y también cuando las cosas no vayan tan bien. La próxima piedra en el camino que se le está empezando a plantear a los bancos centrales, es el impacto destacable para el largo plazo que se podría producir en la renta fija, ocasionando una situación adversa.
La acogida del inversor está siendo buena con unas rentabilidades en clara tendencia alcista y unos precios de los bonos que por el momento no parecen tener suelo. El problema sería unas rentabilidades que estuvieran fuera de las posibilidades monetarias del ente emisor, lo que provocaría una desconfianza lo suficientemente grande que podría desencadenar un posible terremoto financiero, que desataría un panorama oscuro no sólo para los mercados de renta fija, sino también para todos los mercados a nivel global. Si Tenemos en cuenta que el mercado de renta fija es un mercado de confianza, si se dudara de su estructura, se produciría un efecto dominó. Este tipo de crisis ya se produjeron en el pasado y sus consecuencias fueron bastante nefastas.
Resumiendo, lo que debemos tener en cuenta es que el nuevo trabajo de los bancos centrales es la sostenibilidad de unas rentabilidades acordes a la situación del mercado y no dejar que las mismas se disparen, para ello, tiene el poder de seguir siendo el actor principal dentro del mercado. En un caso como este, y siguiendo con la línea a la que nos tienen acostumbrados, son y serán los mayores tenedores y compradores de bonos soberanos.