La reunión del G-20 en un momento transcendente entre el proteccionismo y la guerra arancelaria.
Con la reunión de Buenos Aires, en medio de los crecientes problemas ante el aumento de niveles arancelarios.
Con la reunión de Buenos Aires, en medio de los crecientes problemas ante el aumento de niveles arancelarios. Dicho evento no ha servido para solucionar los crecientes conflictos existentes y han surgido nuevas preocupaciones donde la magnitud del conflicto, podrían desencadenar en una repercusión global.
La dimensión de este conflicto podría ser devastadora para EE. UU. y China. A pesar que el crecimiento económico mundial está listo para repuntar este año, las alarmas sobre el comercio global son cada vez más fuertes.
Este es el escenario de fondo para los bancos centrales y los ministros de finanzas del Grupo de los 20 países que se han reunido en Buenos Aires. Es la primera congregación del club que supervisa el 85 por ciento de la economía mundial desde que el presidente Donald Trump impuso aranceles a China y la Unión Europea, desatando represalias en la creciente guerra comercial global.
Los financieros y los líderes empresariales de las naciones del G-20 han advertido sobre las repercusiones de un mayor proteccionismo. El presidente de la Reserva Federal de EE. UU., Jerome Powell, dijo que "las barreras comerciales amenazan la productividad y los salarios".
El crecimiento mundial alcanzó un punto óptimo,pero con indicios de que la escalada de la guerra comercial entre EE. UU. y China se están empezando a interrumpir los negocios y la inversión. Por el momento esa suspensión aún no ha hecho mella en el crecimiento mundial, que está listo para aumentar hasta el 3,9 por ciento durante este año, la expansión más rápida, de los últimos siete años, de acuerdo con las proyecciones en julio del Fondo Monetario Internacional.
La situación arancelaria puede mermar la confianza y eventualmente dañarán la inversión empresarial y el gasto del consumidor. La tensión actual está afectando más psicológicamente que económicamente, al menos por el momento, por lo que la situación es impredecible.
Los aranceles están perjudicando a las cadenas de suministro e impulsando al alza los precios, justo cuando algunas economías importantes muestran signos de desaceleración. Si bien los números apuntan a una modesta desaceleración, el choque comercial con los Estados Unidos apenas ha comenzado, por lo que la guerra comercial acaba de comenzar.