La situación económica de China
La bolsa china recorta en estos momentos un 3.5 %. Las bolsas asiáticas se dejan hoy un 1.2 %.
"La principal preocupación son los emergentes"; esto es lo que dijo la Directora Gerente del FMI, dos semanas antes del discurso de Bernanke. "La principal perjudicada del cambio de sesgo desde la Fed es China"; esto es lo que dijo el responsable ruso de preparar el G20 de septiembre. "El enorme tamaño del crédito no bancario supone una amenaza para la estabilidad de China y puede extenderse a otros países"; Fitch. "Los grandes bancos chinos deben ser también responsables de estabilizar el mercado, cuando la política monetaria no puede resolver problemas económicos"; esto es lo que dijo el Banco Central de China. La bolsa china recorta en estos momentos un 3.5 %. Las bolsas asiáticas se dejan hoy un 1.2 %.
Parte del optimismo económico de Bernanke descansa en los indicios de cambios estructurales en la economía norteamericana, precisamente dentro del sector manufacturero. Elevada productividad (inversión, salarios contenidos), repatriación de capitales (salarios al alza en países emergentes, inestabilidad social y política) y elevada flexibilidad. Sin considerar las potenciales consecuencias positivas derivadas de la inversión en las nuevas formas de energía, especialmente el gas pizarra. Naturalmente, también el ajuste completado en el sector residencial. ¿Y la deuda? Bien, del apalancamiento pocos hablan. Pero, ¿cómo preocuparse en un entorno de elevadas perspectivas de crecimiento? USA promete.
Y el resto del mundo debe adaptarse. En el caso concreto de China, cada cierto tiempo, el mercado se ve sacudido por las dudas sobre la solidez de su crecimiento económico (¿recuerdan hace unos años los debates sobre la sobrecapacidad por la elevada inversión?; ¿y las dudas sobre el impacto del cambio de modelo exportador e inversión por consumo?; ¿nivel de crecimiento compatible con la estabilidad social?; ¿elevada deuda pública local?; ahora, sobredimensión del mercado de crédito), cuando tendremos a infravalorar tanto la capacidad de control de sus autoridades como la elevada flexibilidad y crecimiento potencial de China. Al final, seguimos hablando de problemas importantes, pero limitados, para un gran país.
Con todo, es evidente que se están produciendo cambios estructurales en la economía y sociedad de China, que merecen atención y debate. ¿Preocupación? Debate por el momento. Precisamente el FMI ha publicado un reciente informe titulado "The End of Cheap Labor", centrando en las expectativas de un descenso en el ritmo de crecimiento de la población activa, y su consecuencia, en términos de menor crecimiento potencial. Al final, un obligado cambio de modelo desde una economía que se ha beneficiado de una aparente mano de obra infinita (y barata) a otro donde escasea y comienza a ser más cara. Y no me refiero solo al trabajo especializado. El éxito en lograr este cambio de modelo tendría consecuencias positivas, no solo en términos de mayor consumo final, a nivel mundial, como de incentivar la producción en países ahora emergentes y exportadores de materias primas.
Ya hemos hablado del efecto positivo, en términos de recuperar producción en los países desarrollados, que creen las condiciones para ello. Pero, especialmente, tendría impacto en términos de inflación. Y todos necesitamos que la inflación comience a dar señales de vida. Lamentablemente, con un deterioro de las condiciones financieras. Aunque yo prefiero verlo en términos de unas condiciones financieras más eficientes. Así son los mercados en un entorno de transparencia y libertad, pero limitada su volatilidad extrema.
Volviendo a la Nota del FMI, hasta el momento, el crecimiento de los salarios por debajo de la productividad se ha traducido en un importante crecimiento de los beneficios empresariales. Sin escasez de mano de obra (el trasvase de bajos salarios desde la agricultura a la industria ha mantenido los salarios contenidos), la inversión empresarial y el crédito han permitido un crecimiento estable y elevado. El riesgo, naturalmente, no solo depende del exceso de crédito o de la sobrecapacidad de producción existente: el principal riesgo es, precisamente, la mano de obra y su reflejo en el crecimiento salarial. De ahí que las autoridades chinas traten de ordenar el cambio de modelo de crecimiento y que esto pase por una mayor flexibilidad económica y de los mercados.
¿Les inquieta? Bueno, en mi opinión tiene tiempo suficiente para lograrlo. De acuerdo con el FMI, el exceso de mano de obra se está reduciendo desde los 151 millones de personas, en 2010, hasta los 57 Millones, que se prevén en 2015. Y 33 Millones, en 2020. Entre 2020 y 2025 se podría absorber, lo que significaría que la demanda de mano de obra excedería la oferta. Doce años para facilitar el cambio de modelo. Pero, ¿podremos nosotros los europeos esperar tanto?.