La UE dará más garantías a la 'premier' sin reabrir el pacto
Cuando aún no se sabía de qué lado iba a caer en Londres la moneda lanzada al aire por los[…]
Cuando aún no se sabía de qué lado iba a caer en Londres la moneda lanzada al aire por los conservadores británicos aquí, en Bruselas, ya estaba dibujada la estrategia que los jefes de Estado y de gobierno de los Veintisiete van a seguir hoy en su reencuentro con Theresa May. Escuchar, preguntar, debatir y concluir. Esos son los cuatro ejercicios básicos que se han marcado para enfrentarse por enésima vez a la maraña del 'brexit'.
El Consejo Europeo que arranca a las tres de la tarde dará a la británica la oportunidad de explicar qué tipo de «garantías» necesitaría para evitar que el 'backstop' o solución para la isla de Irlanda llegue a activarse. Y cómo se podría dar forma a tal compromiso para que pese lo suficiente ante la Cámara de los Comunes y ésta termine por ratificar el 'pack' completo de los papeles del divorcio que se firmaron en la capital comunitaria el pasado 25 de noviembre. Dicho de otro modo, la 'premier' tiene un bloque de 117 diputados de su propio partido (los que ayer la quisieron condenar) que necesita resquebrajar.
Durante el largo miércoles, en Bruselas se eludió concretar fórmulas (declaración, protocolo, anexo, adenda). Todo lo más, esto: «La UE está preparada para evaluar si se pueden proporcionar más garantías a Reino Unido, pero esas garantías, en todo caso, ni socavarán ni contradirán el Acuerdo de Salida», subrayaron fuentes comunitarias. Se mantiene la buena voluntad. Y la línea roja. Ni un cambio en las 585 páginas. Y si el planteamiento de la 'premier' se desliza hacia otra idea, la de poner fecha de caducidad al 'backstop', recibirá el 'no' de un club sin fisuras con Dublín.
«El problema es que tenemos que ver lo que realmente quiere, porque no está nada claro», insistían fuentes diplomáticas. Al fin y al cabo, son las discrepancias entre el Legislativo y el Ejecutivo británicos las que han vuelto a desencadenar la última situación crítica. May, tras superar ayer la cuestión de confianza, queda inmunizada ante movimientos similares durante todo un año. Pero el 29 de marzo está a la vuelta de la esquina.
La sensación que se respira es que muchos líderes necesitarían mayor precisión sobre los detalles de cómo salvar el trance de Westminster (hay de plazo hasta el 21 de enero). Pero otros, como la alemana Angela Merkel o el holandés Mark Rutte, juegan con ventaja. Ya habrían recibido algunas claves de lo que pretende en los cara a cara del martes en La Haya y Berlín. Por tanto, no se descarta que exista ya una fórmula, incluso un borrador que no ha terminado de perfilarse por falta de tiempo (Michel Barnier se reunió ayer con Donald Tusk a primera hora de la mañana).
Después de la cena
Ese es uno de los motivos por los que algunas delegaciones no esperaban un texto contundente ('jurídicamente vinculante') para esta noche. Con todo, en la carta de bienvenida que Tusk envía a los jefes de Estado y de gobierno, previa a cada cumbre, el polaco se refiere al último acto previsto para hoy en estos términos: «Después de la cena, reunión sobre el Artículo 50 para adoptar conclusiones sobre el 'Brexit'». La otra hipótesis que vuelve a cobrar fuerza también es conocida. Extender el periodo de dos años que establece ese Artículo 50 del Tratado (que marca el camino a una escisión de la UE) y que, por tanto, el divorcio no se ejecute el próximo 29 de marzo. Todavía no está sobre la mesa. «No se ha pedido».
Los jefes de los grupos parlamentarios europeos, bajo la coordinación de Guy Verhofstadt, suscribieron por la tarde una declaración en la que reforzaban que el Acuerdo de Salida es «justo y equilibrado, el único acuerdo posible. Por lo tanto, no está abierto a la renegociación». Asimismo abogan por una relación futura entre Reino Unido y la Unión Europea «lo más estrecha posible» que convierta en innecesaria la activación del 'backstop'. Ahora bien, el texto también recuerda que sin respaldo a los acuerdos del 'Brexit' «no habrá periodo transitorio» (fijado en diciembre de 2020 y susceptible de ser ampliado hasta 2022) y emplazó a los Estados miembros a «intensificar» su trabajo para un escenario sin acuerdo.