Los datos económicos no son los prioritarios del momento
Suena contundente la afirmación, pero es lo que parece haberse instaurado en el mercado las últimas jornadas.
Suena contundente la afirmación, pero es lo que parece haberse instaurado en el mercado las últimas jornadas.
No es una cuestión de cambio de tendencia en como los mercados focalizan la información y la interpretan. Sino que muchas veces estos datos han sido interpretados con excesiva relevancia sobre todo en el corto plazo y utilizados como excusa para justificar algún movimiento de mercado. Y la realidad es que, a falta de poder apoyar un movimiento con algún fundamento sólido, se peca en ocasiones de no interpretar los datos de una manera más analítica y concisa.
Incluso en alguna ocasión hemos podido comprobar cómo el mismo dato o muy similar provocaba movimientos opuestos en intervalos de tiempo muy pequeños, sin que se hubiera dado un cambio sustancial en la economía global. Un mismo dato económico con un resultado similar hemos visto cómo podía servir para dar explicaciones enfrentadas, intentando justificar el movimiento independientemente del dato en sí. El gran problema lo encontramos más en esa justificación que, en muchos casos, es banal y no en el análisis real de la cuestión o el dato.
Cuando las noticias políticas copan e inundan el panorama informativo éstas son la fuente principal de análisis a la hora de anticipar los posibles movimientos que se pueden dar en bolsa, pero en la situación actual datos que han sido relevantes durante todo el año, actualmente son ignorados.
El único dato fundamental, actualmente es únicamente la previsible subida de tipos, que entra dentro de una normalización monetaria, en la que está inmersa la economía estadounidense.
La influencia importante no se está dando particularmente dentro de la renta variable norteamericana y las grandes incertidumbres se despiertan en Europa,pues la cuestión es la de siempre, la poca cohesión que ya existe dentro del organismo y más con el reciente impacto del Brexit que resucitan antiguos fantasmas que han existido desde la creación de la zona euro.
Desde el BCE no se cansan de repetir que la unificación de las reglas sería un punto clave a la hora de tener una Unión Europea mucho más sólida. Aunque actualmente el gran problema al que se enfrenta Europa es el nacimiento de partidos políticos radicales que se pueden alzar con el poder y plantear planes estratégicos que salgan de las directrices marcadas desde Bruselas.
Todo el planteamiento que se haga en el seno de la renta variable debe centrarse en unas vistas a medio y largo plazo. Analizando los datos macroeconómicos que van mejorando en términos globales y las incertidumbres reales que se pueden llegar a despertar.
Lo que puede llegar a ser positivo en USA, potenciando el presidente actual un proteccionismo y una apuesta por reforzar su economía, en Europa podría llegar a plantear un problema, pues si hacemos una similitud. es como si los diferentes estados de USA se fueran separando del gobierno central. Si llegaran al poder partidos políticos que descentralizaran los acuerdos con la UE el problema podría ser bastante grave y generaría una incertidumbre sin precedentes