Los protagonistas del mercado: volatilidad e inflación
La reciente aceleración sincronizada de empleo y crecimiento global se está convirtiendo en una presión emergente al alza sobre salario y medidas de inflación subyacente, que continúan empujando a una mayor inflación, esta situación está tomando fuerza en los Estados Unidos.
La reciente aceleración sincronizada de empleo y crecimiento global se está convirtiendo en una presión emergente al alza sobre salario y medidas de inflación subyacente, que continúan empujando a una mayor inflación, esta situación está tomando fuerza en los Estados Unidos.
Esto sumado a la normalización monetaria por parte de los bancos centrales, el freno en el crecimiento de China, la escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el precio del crudo. A los que tendríamos que añadir algunos riesgos locales, como Reino Unido, Italia y Brasil, hacen que este tipo de circunstancias fomenten las estrategias dirigidas a una gran diversificación, ya que en una fase del ciclo que ya podríamos considerar madura la volatilidad será mayor. Conociendo también la descorrelación existente entre renta variable y renta fija, debemos tener en cuenta que la protección de la cartera ante una posible caída de ambos mercados a la vez, sería normal y más si el rendimiento de los bonos aumenta considerablemente donde la correlación entre renta variable y bonos pasaría de negativa a positiva, lo que proporcionaría una inversión y no una diversificación.
También una realidad es que la subida de tipos de interés están presionando los balances corporativos y su implicación dentro de la renta variable no se hará esperar. Ante esta situación, la gestión de la renta variable empieza a valorar el riesgo y a centralizarse en estrategias con menor descorrelación con los activos tradicionales y con menores volatilidades, el grado de incertidumbre ha ocasionado un descenso de entradas en todos los activos. Los inversores empiezan a estar preocupados por los diferenciales existentes en el crédito y también por la duración.
Lo que está favoreciendo esta situación es el incremento de inversiones en mercados maduros, es priorizar los plazos cortos o muy cortos. Las carteras con este tipo de movimientos reducen su agresividad y la reducción considerable del riesgo ante el incremento de volatilidad.
Este tipo de estrategias también es normal en renta fija principalmente europea, donde la rentabilidad es mucho más limitada en este tipo de activos y la situación no parece estar cambiando.
Con la situación actual las caídas otorgan oportunidades claras, teniendo en cuenta que hay valores dentro de renta variable, que por valor siguen siendo atractivas.