Mantenerse en Bolsa, un acto de fe
A la vista de los informes y declaraciones sobre la evolución y perspectivas de la economía mundial, que aparecen un[…]
A la vista de los informes y declaraciones sobre la evolución y perspectivas de la economía mundial, que aparecen un día sí y otro también, la opción de mantener una parte de nuestro patrimonio financiero en el mercado bursátil requiere un auténtico acto de fe. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, acaba de advertir que se aproxima una tormenta sobre la economía a nivel mundial y que no tiene ni idea de la repercusión que pueda llegar a tener el Brexit y la falta de acuerdo comercial en Estados Unidos y China.
Lo único cierto en este momento -y no es nada bueno- es que la economía mundial está creciendo de forma más lenta de la esperada. Por si esto fuera poco, afrontamos en España un largo periodo electoral que contribuirá a crear una cierta inestabilidad y confusión a los protagonistas del mercado. Además, resultará más difícil que en las pocas sesiones que quedan en el Parlamento pueda aprobarse, tal y como estaba previsto, la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, algo que interesa mucho a ahorradores e inversores.
Tal cumulo de información explica que el 44 por ciento de los gestores considere en estos momentos que hay que ponerse en liquidez, dejar una buena parte del dinero en una cuenta corriente, cuando hace sólo un mes era el 38 por ciento, según la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch. Al tiempo, los que apuestan por la Bolsa han bajado del 18 al 6 por ciento. Un acto de fe en que un viento de cordura soplará en el planeta.