Mercados rotos
Sí, mercados rotos. Esta es la percepción que tenemos muchos del comportamiento de los mercados en lo que llevamos de año.
Sí, mercados rotos. Esta es la percepción que tenemos muchos del comportamiento de los mercados en lo que llevamos de año. Mercados presionados por el exceso de liquidez y falta de papel "rentable". Pero, en paralelo, inversores ofuscados ante un precio de los activos financieros demasiado elevado. Y que ha subido demasiado rápido. ¿Recuerdan el juego de la patata caliente? Muchos inversores lo ven así: pasar la patata caliente rápido para no quemarse. Como ven, quema el dinero en las manos ante la facilidad con que revalúan los activos de riesgo y queman estos mismos activos ante unos precios sólo sostenibles en unos mercados distorsionados. O si la recuperación económica acaba siendo más fuerte de lo esperado. Pero, incluso en este punto, también hay que temer tanto la propia inestabilidad del mercado como su "normalización" de precios en algunos activos.
Y en el punto en que acabo el párrafo anterior aparecen los bancos centrales. Vale que hayan sido claves para evitar un colapso financiero y una crisis económica sin comparación con otra histórica. Pero, ¿pueden mantener esta posición de forma indefinida? Sigo pensando que la cautela mostrada por la Fed en la gestión de la política monetaria desde que comenzó a discutir en mayo del año pasado el Taper es también un ejemplo de su desconfianza hacia el futuro. ¿Cómo no se puede entender un discurso donde se entremezclan unas perspectivas de crecimiento superiores al 3 % real (4.5 % nominal) con mensajes ambiguos sobre el propio futuro de la política monetaria? Y lo que menos necesitan unos inversores indecisos es la propia indefinición de las autoridades. Quizás me consideren un poco loco pero creo que lo mejor para todos sería que los tipos de interés de largo plazo comenzaran a subir y la curva de tipos aumentara su pendiente. Tiene margen para hacerlo.
¿Qué temen las autoridades monetarias a nivel mundial? ¿qué teme la Fed? Sería fácil responder que temen un aumento de la inestabilidad financiera a nivel mundial. Pero, lo interesante del caso es que los que defienden una normalización más rápida de la política monetaria lo hacen precisamente sobre la base de evitar un aumento de la inestabilidad financiera mundial...a medio plazo. ¿Una cuestión de desfase temporal? De hecho, ya nos hemos acostumbrado a esperar que el paso del tiempo solucione los problemas. Y si estos no tienen solución, quizás lo mejor es aplazar enfrentarse a ellos en estos momentos. El resultado ya lo conocen: problemas que se enquistan y mayor protagonismo (constante y creciente protagonismo) de los bancos centrales. En el caso de la Fed en concreto, desde una política monetaria con indicadores cuantitativos s otra orientada hacia indicadores cualitativos. Esto es otra forma de decir que la política monetaria es ahora dato-dependiente. Pero, ¿qué margen de actuación tiene para normalizar la política monetaria si los datos económicos mejoran más de lo esperado en un contexto difícil del mercado?. La sobredimensión de los mercados se hace más evidente incluso ahora, pese a que estuvo en el origen de la Gran recesión.
¿Quieren algunas cifras? El PIB mundial se estima en 72 billones de dólares, el mismo tamaño estimado para los mercados de renta fija mundiales. Por el contrario, las bolsas tienen en estos momentos un valor algo menor hasta 60 billones de dólares. El volumen nominal del mercado de derivados alcanza casi 10 veces más que el producto, destacando el peso de los derivados de renta fija. Por cierto, ¿saben cuánto se negocia diariamente en el mercado de divisas? Más de 5 billones de dólares. ¿Están impresionados por todos estos datos influir en los mercados financieros, realmente crear mercado, como llevan haciendo los bancos centrales desde hace cinco años puede ser una tarea fácil. Si los bancos centrales actúan en función de los datos, los mercados se han acostumbrado a actuar en función de los mensajes de los bancos centrales. Dejando al margen el riesgo moral que esto conlleva (¿de verdad los bancos centrales van a actuar siempre como colchón para las potenciales pérdidas de los inversores más agresivos?; lamentablemente, comenzamos a ser cada vez más puesto que el concepto de agresividad queda ahora también desvirtuado), realmente siempre tendremos la duda de que el poder de los bancos centrales sea tan efectivo como lo ha sido hasta el momento. ¿Realmente tienen poder ilimitado?.