Mirando de reojo al sector inmobiliario
Con unos depósitos bancarios a la baja, una renta fija en continua amenaza y unas Bolsas que se mueven de[…]
Con unos depósitos bancarios a la baja,
una renta fija en continua amenaza y unas Bolsas que se mueven de forma lateral
y sin tendencia definida es bastante comprensible que ahorradores/inversores
empiecen a mirar de reojo la evolución del mercado inmobiliario. La creciente
venta de viviendas y el aumento de los precios en determinadas zona
(fundamentalmente las grandes ciudades) les anima a pensar que el ladrillo
puede ser un buen destino para una parte de su dinero ahorrado. Dos hechos
significativos están propiciando este buen comportamiento: de una parte el
aumento en el número de viviendas de las compras por parte de extranjeros. En
los seis primeros meses del año se han gastado 888 millones de euros, cuando
hace un año sólo habían invertido 330 millones. El otro hecho es que los bancos
han comenzado a abrir la mano y conceder más créditos hipotecarios. Es cierto
que sin la alegría del pasado y cubriéndose bien las espaldas, pero fluye, por
fin, el crédito hipotecario.
De las ventas de viviendas que se están
realizando en España, se calcula que un tercio de ellos corresponde a
inversores que no encuentran mejor destino para su dinero o, simplemente,
quieren diversificar. Pero los inversores deben saber dos cosas: la primera, es que nunca se volverá a
situaciones anteriores al 2008 de rentabilidad; la segunda, que la evolución
del mercado es muy distinta de unas zonas a otras y, por tanto, hay que tener
muy claro dónde se invierte.