Noviembre salva los muebles

El mes de noviembre para los ahorradores/inversores no ha sido bueno ni malo, sino todo lo contrario. Pero, pese a[…]

El mes de noviembre para los ahorradores/inversores no ha sido bueno ni malo, sino todo lo contrario. Pero, pese a las fuertes presiones sufridas, especialmente en los últimos días con los problemas de Abengoa, el mes ha logrado salvar los muebles para llevarnos a un inicio de diciembre lleno de incertidumbres geopolíticas y empresariales. A la vista de la evolución de los distintos mercados se confirma esa recomendación prioritaria para todo inversor de que es necesario diversificar. Mientras el Ibex-35 se encuentra en niveles semejantes a los del inicio del año, el Dax alemán supera el 15 por ciento de revalorización, parecido al índice principal de la Bolsa nipona y mucho mejor que Wall Street que registra ligeras pérdidas desde enero. La buena noticia de las últimas semanas de noviembre ha sido que los mercados emergentes vuelven a animarse ante la posibilidad de que aumente y detenga su caída el precio de las materias primas. 

La renta fija mantiene su letargo esperado. Sólo la del corto plazo muestra un cierto interés para ahorradores e inversores, mientras que a otros plazos es mejor abstenerse.

Ante el último mes de 2015 la pelota queda en el tejado de los bancos centrales. La FED americana debería subir los tipos en su próxima reunión, lo que representaría un hito muy importante en la evolución del precio dinero en la última década. Por su parte, el BCE tendría que concretar algo más su disposición a ampliar sus compras de bonos para estimular la economía. Unos vuelven y otros van. Y así nos va.

En el caso de España, los resultados de diciembre dependerán en parte de las urnas. La estabilidad de un futuro gobierno pondrá el acento en las cotizaciones sin olvidar la evolución del problema catalán que, en algunos momentos, se antoja esperpéntica.

Poco, salvo hacer la aportación anual al fondo de pensiones para no olvidar la rentabilidad fiscal, se puede hacer ante el final del ejercicio. La suerte está prácticamente echada y la Navidad la tenemos encima, aunque diciembre pondrá el signo final de los resultados.

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