Otra vuelta de tuerca a las pensiones
Las condiciones de jubilación vuelven a endurecerse con el nuevo año, mientras la ansiada reforma del sistema no llega
El ya inminente 2019, como cada año desde 2013, cuando comenzaron a aplicarse progresivamente muchas de las medidas recogidas en la reforma aprobada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 -y a la que dos años después se sumaron las que impuso el Gobierno de Mariano Rajoy-, trae novedades para las pensiones. Y esto no es algo que afecte solo a los más de 8,6 millones de beneficiarios, sino que también influye en quienes están esperando la edad para acceder a la jubilación. Básicamente se reducen a un endurecimiento de las condiciones para acceder al retiro, sobre todo si no se renuncia a obtener la mejor prestación posible, lo que en definitiva viene a ser que hay que trabajar más y, en ocasiones, para ganar menos.
Las buenas noticias que trae el nuevo año son dos nada desdeñables: no entrará en vigor el factor de sostenibilidad, que debía comenzarse a aplicar desde este 1 de enero, y no habrá una revalorización del 0,25% como había sucedido en los últimos cuatro años, por lo que no supondrá una merma en la cuantía de las prestaciones. Sin embargo, sí aumenta la edad legal de jubilación hasta los 65 años y 8 meses, y se utilizará un año más para calcular la nómina de los nuevos pensionistas: 22 años, entre otras novedades.
Edad oficial: Hay que trabajar dos meses más para jubilarse
La reforma de 2011 estableció que la edad legal sería 67 años a partir de 2027, aunque aquellos que hubieran acumulado más de 38 años y medio mantenían su derecho a jubilarse a los 65 con el 100% de su pensión. Lo hizo de manera progresiva, de manera que cada año hay que ir sumando varias semanas más de trabajo para poder ser pensionista sin perder dinero. A partir de enero, serán necesarios 65 años y ocho meses para quienes no tengan carreras largas de cotización. En este sentido, el periodo cotizado exigido también se eleva en tres meses y, para poder retirarse con los 65 años de antaño será necesario haber estado pagando las cuotas a la Seguridad Social durante 36 años y 9 meses, año y medio más que en 2013.
Años de cómputo
Se tomarán los últimos 22 años para el cálculo
En paralelo al aumento gradual de la edad legal de jubilación comenzó a elevarse el periodo de cómputo para calcular la cuantía de las nuevas pensiones, y de forma aún más acelerada. Si antes de la reforma del presidente Rodríguez Zapatero en 2011 se utilizaban los últimos 15 años de cotización, en 2022 ya se tendrán en cuenta los últimos 25. En 2019 se suma un año más y se calcularán las pensiones con la referencia de los últimos 22 años de trabajo.
Revalorización
Una subida general del 1,6% y del 3% para las mínimas
Las pensiones volverán a subir el año que viene en línea con el IPC, tal y como pactó el Gobierno de Mariano Rajoy con el PNV en los Presupuestos. En enero se incrementarán todas las prestaciones un 1,6% con carácter general, y las mínimas y no contributivas, un 3%, el mismo porcentaje que en 2018, como pactó el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez con Unidos Podemos en el acuerdo presupuestario. De esta forma, la pensión media del sistema se elevará 15,3 euros de media al mes -215 euros más al año- hasta los 975,2 euros. Mayor será el alza para los jubilados: 247,78 euros más el próximo año con esta nueva subida hasta los casi 1.124 euros al mes.
La 'paguilla' de enero
Los mayores recibirán una extra de 13,5 euros
Los Reyes Magos traerán en enero un extra para los 8,6 millones de pensionistas que no recibían desde hacía muchos años: la 'paguilla' -como la denomina la ministra Magdalena Valerio-, que les compensará con la desviación de la inflación para que no pierdan poder adquisitivo. De esta forma recibirán casi 13,5 euros de media por la décima de diferencia. Pero además ésta parece ser la fórmula escogida por el Gobierno para revalorizar a partir de ahora las prestaciones y derogar de forma definitiva el polémico IRP: ligarlo al IPC real y escoger como referencia la media anual de la inflación de los últimos doce meses (de diciembre a noviembre). Así se lo ha propuesto el Ministerio de Trabajo a los sindicatos para hacerlo con rango de ley, de forma que a partir del próximo año se instaure de nuevo esta paga 'extra' de enero, si es que hubiera que compensar la revalorización.
Más aumento para las viudas
La base reguladora se eleva por fin al 60%
Llega con ocho años de retraso, pero por fin llega en 2019. Casi medio millón de viudas (465.000, en su mayor parte mujeres, según la estimación del Gobierno) tendrán desde enero una subida del 7,1% de su pensión al elevarse la base reguladora del actual 56% al 60%. Así se incluyó en un real decreto aprobado el pasado julio y que da cumplimiento a la disposición de la Ley de 2011.
Factor de sostenibilidad
Este mecanismo de ajuste no verá la luz
No habrá reducción en la nómina para los nuevos jubilados en enero, como así estaba previsto en la reforma de 2013. Y es que en 2019 tendría que entrar ya en vigor el llamado 'factor de sostenibilidad' si Rajoy no hubiera pactado con el PNV su retraso hasta 2023. Se trata de otro mecanismo de ajuste -al igual que el nuevo índice de revalorización- mediante el cual la cuantía de las nuevas prestaciones se vincula automáticamente a la esperanza de vida en ese momento. Como todo hace prever que la esperanza de vida -que se sitúa en 83 años- siga creciendo, las pensiones de las próximas generaciones disminuirán, porque tendrán que repartir su dinero entre un mayor número de años.
No había estimaciones oficiales de cuál iba a ser el recorte, que será acumulativo, aunque sí hay informes. Así, el Instituto BBVA de Pensiones considera que se trataría de una reducción del 0,47%, mientras que CC OO lo sitúa en una horquilla entre el 0,5% y el 0,7%. Esto significa que, cuando hayan pasado diez años, la disminución de las nuevas pensiones será de un 7%, e incluso más del 15% para los que se jubilen dentro de veinte años, según estima el sindicato. De media, supondría una merma de unos 75 euros al año.
Sin embargo, parece que este factor de sostenibilidad no llegará a ver nunca la luz y el Gobierno -tal y como confirmaron a este periódico fuentes oficiales- está trabajando en elaborar en los próximos meses uno nuevo que sea «más razonable que el anterior y menos inflexible».