Principales riesgos de la Fed

La Fed es muy consciente de la distorsión que un periodo prolongado de bajos tipos puede producir en el sistema económico y financiero

A pesar de su tranquilidad de cara al exterior, la Fed es muy consciente de la posible, y probablemente inevitable, distorsión que un periodo prolongado de bajos tipos puede producir en el sistema económico y financiero. Algunos miembros del Comité de Mercado Abierto y presidentes de Reservas Federales regionales han advertido que este riesgo está creciendo en la economía.

Por ejemplo, la calidad media de los prestamos automovilísticos se ha deteriorado considerablemente con un importante aumento en los compradores con calificaciones de crédito FICO mediocres o sin ninguna calificación. Y en el mercado inmobiliario han reaparecido algunos prestamos con características cercanas a un nivel sub-prime. Todavía son escasos, pero la situación es sintomática.

Como se ve en la propia valoración de la Fed sobre las instituciones de préstamo, el sector bancario es sólido. Además está regulado por la ley Dodd-Frank así como por la versión norteamericana de Basilea III. Algunas restricciones operativas como la ley Volcker están siendo difíciles de implementar, pero, lo que es más importante, están alimentando el desarrollo de bancos en la sombra que operan al margen de los sectores más regulados. Muchas de estas transacciones en la sombra son legítimas y simplemente reflejan la desintermediación bancaria. Sin embargo, los instrumentos utilizados podrían fomentar un apalancamiento y un riesgo de contrapartida peligrosos.

Al inyectar tanta liquidez en los circuitos financieros, la Fed asumió un riesgo calculado, pero evaluarlo es una tarea muy compleja. Sobre todo, la Fed ha abonado el terreno para posibles dificultades en el futuro. Cualquier banco central tiene a su disposición herramientas técnicas y la Fed no es una excepción, pero no puede controlar plenamente las consecuencias inesperadas que puedan producirse. La Fed ha influido en el mercado de bonos incluso aunque ha reducido su intervención y los rendimientos de los bonos a 10 años han vuelto a situarse más o menos en niveles vistos en mayo de 2013. El momentum de la oferta y la demanda de deuda soberana también ha contribuido, pero la volatilidad sigue siendo una amenaza.

Por último, aunque se ha puesto mucho cuidado en la comunicación que se ha hecho al mercado sobre las estrategias de forward guidance, todavía existe mucha incertidumbre. Janet Yellen, que ha trabajado muy duramente para hacer que la Fed sea más transparente, ya fue testigo de los límites de sus esfuerzos en 2013 cuando los tipos a largo plazo subieron de forma muy pronunciada. Ahora también tendrá que lidiar con el famoso escepticismo de su vicepresidente sobre este tema.

Philippe Uzan, Director de Gestión long only en Edmond de Rothschild Asset Management

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