¿Qué pasa en la Bolsa? ¡Vigilen los bonos!

¿Qué pasa en las Bolsas? ¿Por qué los inversores están tan nerviosos? ¿Por qué vemos desplomes en el índice Nikkei[…]

¿Qué pasa en las Bolsas? ¿Por qué los inversores están tan nerviosos? ¿Por qué vemos desplomes en el índice Nikkei de Tokio y luego esas caídas se trasladan, con mayor o menor dimensión al resto de índices bursátiles?

Los mercados se enfrentan a su próxima emancipación. Se están preparando para vivir por su cuenta, sin el apoyo de los bancos centrales. En definitiva: están descontando un cambio en la política monetaria. Se reducirán los estímulos y subirá el precio oficial del dinero.
Esto significa que hay que cambiar el foco. Si en los últimos tres años los inversores han estado vigilando la evolución de la deuda periférica, de unas sesiones a esta parte lo aconsejable es observar muy de cerca el comportamiento de los bonos "core", es decir, de la deuda estadounidense, alemana y japonesa. 

Los inversores están vendiendo estos bonos y sus rentabilidades están subiendo. Es un movimiento que se esperaba desde hacía tiempo. Algunos analistas llevaban muchos meses diciendo que había una burbuja en la deuda pública más conservadora y que se había hinchado por la intervención de los bancos centrales, sobre todo la Reserva Federal. Ahora estaría pinchándose. De hecho, incluso los expertos que no ven burbuja alguna están preocupados por la velocidad con la que se está produciendo el ajuste. Los tipos de los bonos americanos y alemanes están subiendo con muchísima rapidez. Y la volatilidad de la renta fija, que también está alcanzando a la deuda emergente, se está trasladando a la Bolsa, a todas las Bolsas, incluso a las más sólidas. 

Resultaría saludable que subieran las rentabilidades de la deuda si ello respondiera a una mejora sustancial de la economía, a un futuro de mayor inflación, es decir, a los fundamentales de la economía. Sería lo normal. Incluso lo deseable. Aunque algunos expertos reconocen que algo de esto hay, lo cierto es que el inicio de este ajuste en la cotización de los bonos, y nos referimos sobre todo a los americanos, ha coincidido con la publicación de las actas de la última reunión de la Reserva Federal en las que se avanzaba la posibilidad de que este mismo mes de junio (es decir, en la reunión ordinaria que mantendrá la institución la próxima semana) decida ir reduciendo la compra de activos, así como con declaraciones de algunos de sus miembros a favor del fin del "quantitative easing" (expansión cuantitativa). 

Pero es posible que este movimiento sólo tenga motivos especulativos detrás. Es decir, puede estar produciéndose por la sola expectativa de que la Fed desaparezca como principal comprador de deuda pública de Estados Unidos. Y entonces sería muy malo. Si los tipos de interés suben sin que haya una mejora de la economía real, podemos estar asistiendo a un fenómeno peligroso: al del aumento de los costes de financiación de las empresas y, por tanto, a un frenazo en la recuperación económica. Quizás a esto es a lo que se refiere el presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, cuando habla de que los riesgos de quitar los estímulos son mayores que los que implica mantenerlos. Es posible que la economía todavía no esté preparada para una retirada abrupta de los estímulos. 

El Banco de Japón ha sido el que más miedo ha metido. Anunció un plan multimillonario de compra de bonos que ha tenido un efecto inmediato en la economía. O, más concretamente, en el PIB, que ya crece por encima del 4% anualizado. Pero, al mismo tiempo, ha ocasionado una gran volatilidad en los bonos, es decir, caída en el precio de la deuda y, por tanto, subida de los intereses. El Banco de Japón esta semana renunció a tomar más medidas para tranquilizar al mercado. Y ello se interpretó como un síntoma más de que la política monetaria está en retirada. Aunque en algunos casos, como en el de Europa, aún no ha hecho acto de presencia.

El hito que esperan los mercados es, sobre todo, la retirada de los estímulos de la Reserva Federal. Los analistas consideran que lo anunciará en septiembre. O en algún momento del cuarto trimestre del año. Aunque, quédense con esta cifra, para anunciar una reducción en el ritmo de compra de bonos por parte de la Fed, parece que Bernanke exige cuatro meses consecutivos creando 200.000 puestos de trabajo. En mayo estuvo cerca de cumplirse ese objetivo con los 175.000 nuevos empleos generados en la primera economía del mundo. Mientras tanto, es decir, durante los próximos meses, veremos más volatilidad en el mercado. Dicen los expertos que este verano no va a ser tan tranquilo como el pasado.

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