Reelección de Obama: nada cambia

Desde luego era lo peor que le podía pasar a EE.UU. como nación porque ahora ya no hay duda de que no se va a producir ningún cambio de política económica

"Os estoy pidiendo que creáis. No sólo en mi capacidad de traer el verdadero cambio a Washington... Os estoy pidiendo creer en la vuestra". Cabecera de la Web de Obama en la campaña de 2008.

La elección presidencial de EEUUhref="/noticias/economia/20121107/eeuu-sondeos-empate-estado-1606501.html"> ha sido una gran noticia por todos los rincones del mundo. Es más, todo el mundo ha estado obsesionado con la creencia de que lo que realmente importa es quien sea el Presidente de EE.UU. los próximos 4 años como si el ganador fuera a solucionar todos los problemas. Y esta madrugada por fin hemos conocido que Obama ha sido reelegido por el pueblo. Este señor ha sido capaz de convencer a los ciudadanos de que era la mejor opción a pesar de haber realizado un trabajo pésimo en el ámbito económico. Desde luego era lo peor que le podía pasar a EE.UU. como nación porque ahora ya no hay duda de que no se va a producir ningún cambio de política económica. Por tanto, estoy convencido que continuará haciendo lo mejor que sabe hacer, es decir, seguirá gastando miles de millones de dólares que no tiene mientras acumula más y más deuda que finalmente terminará sin ser pagada. Pero esto último no les preocupa, pues tienen claro que nunca la devolverán.

Cuando el gobierno federal de los EE.UU. gasta dinero, los gastos se clasifican oficialmente de tres maneras diferentes:

1.- Gasto discrecional, que incluye casi todo lo que pensamos que se mueve alrededor del gobierno - Gasto militares, Air Force One, Departamento de Seguridad Nacional, agentes de la TSA, etc...

2.- Gasto obligatorio, que incluye las prestaciones como Medicare, Seguridad Social, beneficios de veteranos, etc... Y que están obligados a pagar por ley.

3.- El interés de la deuda. Esto no es negociable. Son gastos obligatorios e intereses de la deuda que entran por la puerta automáticamente. Es como tener domiciliado su pago hipotecario en su cuenta corriente.

Con el aumento de las prestaciones por el último baby boom y el aumento sostenido de los niveles de deuda en general, el gasto obligatorio y pago de intereses se han disparado en los últimos años. De hecho, la Oficina de Presupuesto del Congreso predijo en 2010 que los ingresos totales del gobierno de EE.UU. serían sobrepasados por los gastos obligatorios y gastos por intereses dentro de 15 años.

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Un pensamiento sin duda aterrador. Sobre todo porque sucedió al año siguiente!!!

En el año fiscal 2011, el gobierno federal recogió 2,303 billones de dólares en ingresos fiscales. Los intereses de la deuda de ese año ascendieron a 454.400 millones, y los gastos obligatorios totalizaron 2,025 billones de dólares. Es decir, el gasto obligatorio más los intereses de la deuda ascendieron a 2,479 billones, 176.400 millones de dólares más que los ingresos totales.

Y el año fiscal 2012, que acaba de terminar hace escasamente un mes, el déficit ha aumentó en un 43% hasta los 251.800 millones de dólares. En otras palabras, se podría eliminar la totalidad del presupuesto discrecional del gobierno federal: Cero militares, fuera la SEC, el FBI, la EPA, la TSA, el DHS, IRS, etc... Y todavía tendrían un agujero de un cuarto de billón de dólares.

Aumentar los impuestos no ayudará. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los ingresos fiscales en EE.UU. tienen un promedio del 17,7% sobre el PIB en un rango muy estrecho. El mínimo ha sido el 14,4% y el máximo un 20,6% sobre el PIB. Durante ese período, sin embargo, las tasas de impuestos han estado en los dos extremos, desde un mínimo del 10% hasta un máximo del 91%. Impuestos a empresas desde el 15% al ​​53%. Impuestos sobre donaciones, impuestos inmobiliarios, etc... Todo ha variado y, sin embargo, los ingresos fiscales totales se ha mantenido casi constantes en el 17,7% sobre el PIB.

No importa lo mucho que aumenten las tasas de impuestos, no van a cobrar más dinero. Y eso también va por España!!!

La única cosa que está registrando un crecimiento significativo en EE.UU. es la deuda nacional. Se tardó más de 200 años para que el gobierno de EE.UU. acumulara su primer billón de dólares en deuda. Sin embargo, en tan sólo 286 días se ha acumulado el billón más reciente desde los 15 a los 16 billones de dólares!!!

Es más, el mes pasado, el primer mes completo del año fiscal 2013, el gobierno de EE.UU. ha acumulado casi 200.000 millones de dólares en nueva deuda - el 20% del camino hacia un nuevo billón de dólares en sólo 31 días. Y las cifras sólo seguirán empeorando puesto que diariamente unas 10.000 personas comienzan a recibir prestaciones obligatorias y son muchas menos las personas se quedan debajo ingresando en el sistema por lo que la deuda sigue aumentando, y los pagos de interés continuarán subiendo.

Esto no es un problema político, es un problema matemáticas de primaria!!!

Los hechos son los hechos y lo que eligieron ayer los ciudadanos de EE.UU. no es más que quién será el capitán del Titanic en los próximos 4 años.

Parece ser que el mercado de valores si que es consciente de los problemas y por eso, desde hace unas semanas empezaron a descontar la victoria de Obama con caídas en el Dow Jones:

A pesar de la QE ilimitada anunciada por Bernanke a mediados de septiembre, las subidas de tipos de interés generan un cambio significativo de los flujos de capital, desviándolos desde los mercados de renta variable, lo que favorecerá la caída del volumen e incrementará las probabilidades de que pronto veamos un nuevo "flash crash".

¿A quién le echarán la culpa ahora?

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