¿Sabes cómo tener éxito?
Hay tantas definiciones de lo que es el éxito, como personas en el mundo. Lo que es indiscutible es que[…]
Hay tantas definiciones de lo que es el éxito, como personas en el mundo. Lo que es indiscutible es que el éxito es como el agua salada: cuanto más bebes más sed tienes.
Que quede constancia que para mí el éxito no existe: a los que te quieren les da igual que lo tengas o que no (ellos te quieren por ser quién eres, no por lo que tienes), a muchos otros les molesta que tengas éxito y a la mayoría les da igual. ¿Y tú?, tú nunca disfrutarás el éxito, porque siempre se escapará hacia delante cuando estés próximo a tocarlo. Las personas sabias saben que el éxito nunca llega y que, consigas lo que consigas, al final del juego todo vuelve a la caja.
Para muchos su carrera (profesional y vital) es ascendente, en el mejor de los casos, hasta los 65 años y, aunque llegues a presidente de Telefónica, desde los 70 años se hace descendente: ya nadie te llama, la gente no te escucha, cada vez eres menos relevante y más marginal. Ese pensamiento es estúpido. Algo falla.
La vida debería ser ascendente siempre, hasta que te mueras, en una mejora constante y creciente satisfacción personal. Ese tipo de éxito (siempre ascendente) sólo lo puede alcanzar si a lo que aspiras únicamente está bajo tu control. Lo único que puede estar bajo tu control es la alegría de darte, de hacer feliz a los demás, empezando por los que tienes más cerca.
Así nos pasa a nosotros. Tenemos una vida buena, pero sentimos que no está llena, nos falta algo. Sentimos una ausencia que pesa más que la riqueza de todo lo que tenemos. Nos falta la número 3.