¿Se quieren jubilar?

Seguro que una parte de ustedes respondería que sí, aunque, en el fondo, no lo tengan muy claro.

¡Vaya pregunta! Seguro que una parte de ustedes respondería que sí, aunque, en el fondo, no lo tengan muy claro (el eterno debate entre trabajar para vivir o vivir en el trabajo). Para otros, simplemente, la decisión no es tal: económicamente no sería viable. El resto, la gran mayoría, simplemente considera que le quedan tantos años para jubilarse que no merece la pena el tiempo de hablar del tema. Y sin embargo, el envejecimiento de la población y la inevitable consecuencia de la caída de la población activa son (y serán más en el futuro) cuestiones fundamentales para las autoridades. ¿Un ejemplo? En Estados Unidos. Nadie se sorprendió hace unos días cuando la Oficina económica de la Casa Blanca consideró que en los próximos años seguirá bajando la población activa ante la progresiva retirada de la generación del Baby Boom. La cuestión de fondo es que el descenso de la población activa durante la crisis ha situado la tasa de actividad en los niveles más bajos desde los años ochenta. ¿Cíclico o estructural?

Hace ahora un mes conocíamos la buena nueva en USA: se habían recuperado por fin todos los empleos perdidos en la crisis. Y, encima, la tasa de desempleo ya rompía a la baja el objetivo inicial del 6.5 %. Pero, siempre hay un pero (y la Fed lo utiliza con mucha frecuencia para argumentar su negativa a comenzar a normalizar la política monetaria), la mejora de la tasa de desempleo era, en gran medida, una consecuencia del deterioro de la población activa. De hecho, tras superar la recesión, hace ya algo más de dos años, la tasa de desempleo sigue siendo más de dos puntos por encima de los niveles de 2008. Es más, si incluimos en la tasa de desempleo aquellos expulsados del mercado de trabajo y aquellos que han aumentado el sector de empleo parcial ante la imposibilidad de tenerlo a tiempo completo, el ratio se doblaría (apenas un 8 % antes de la Crisis). Al final, estas cifras no hacen más que generar incertidumbre sobre la salud real del mercado de trabajo. Y esto explica la propia ambigüedad de la Fed a la hora de anticipar la orientación futura de la política monetaria.

La población activa se ha reducido en USA durante la crisis (y ha continuado tras, en teoría, superarla) en más de tres puntos, hasta niveles del 63 %. ¿Por qué? Podemos hablar de factores demográficos o estructurales, como la jubilación a la que me refería al principio. Pero, también podemos hablar de factores cíclicos, como sería el desaliento en la búsqueda de empleo. De hecho, ambos pueden estar conectados cuando hablamos de que el desempleo de larga duración ha llegado a representar casi la mitad del total durante el año pasado. Su mejora, hasta un tercio en estos momentos, también genera dudas sobre la combinación jubilación/desánimo a los que me refería antes. Naturalmente, hay un tercer factor que puede afectar a la población activa. Me refiero a factores socioculturales, como la incorporación de la mujer o la edad para el abandono de estudios. Es francamente complicado en estos momentos clarificar la importancia de todos estos factores.

O también factores económicos. ¿No lo ven de esta forma cuando hablamos de la ampliación de la edad de jubilación en Europa?, argumentada para mejorar la sostenibilidad del Sistema de pensiones; pero, también, de forma implícita, podría interpretarse como un intento de frenar el deterioro de las cifras de población activa por factores demográficos. En Europa, las cifras oficiales de desempleo doblan a las norteamericanas, lo que hace más apremiante la instrumentación de nuevas medidas de política económica que permitan un mayor dinamismo en el empleo y su sostenibilidad en el tiempo (la editorial del FT hoy es más que contundente sobre esta cuestión). No, no piensen sólo en la política monetaria. Tomen como ejemplo las dudas a las que se enfrenta la Fed en estos momentos. Pero, como probablemente comprobaremos en las elecciones de la mitad de mandato el 4 de noviembre en USA, la clase política tiene muchas dificultades para encontrar puntos de acuerdo sobre cómo combatir las rigideces e incertidumbres a futuro. Y esto es un problema grave a nivel mundial.

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