Un técnico para los desafíos del Banco de España
Los numerosos y grandes desafíos que afronta el Banco de España no solo como institución sino también en representación del[…]
Los numerosos y grandes desafíos que afronta el Banco de España no solo como institución sino también en representación del país y del sector financiero nacional, así como la apuesta por la despolitización del cargo, requerían de un gobernador con características tan diversas que hacía que los currículos de casi todos los candidatos que aparecían en las quinielas fallasen en algo. El de Pablo Hernández de Cos (Madrid, 1971) parece ser el del equilibrio.
Considerado el «cerebro económico» de la institución, no se le podrá reprochar falta de formación macroeconómica y monetaria, clave para defender con argumentos y poder de convicción en el BCE lo mejor para España ante un cambio de rumbo en la política monetaria, envite en el que el país se juega básicamente el vigor de la actual recuperación económica.
Doctor en Económicas, licenciado en Derecho y titulado del Servicio de Estudios del Banco de España, ha sido además la persona que en los últimos años ha acompañado al aún gobernador, Luis María Linde, a las reuniones del consejo de gobierno del BCE. Es más, según las fuentes financieras en muchas de esas ocasiones le ha sustituido. Ese papel de «sherpa» del gobernador tiene ahora mucha importancia, pues es ya un rostro conocido para el resto de miembros de ese cónclave. Y no solo eso, su formación sería bien valorada en Europa y por tanto motivo de reptuación.
Ahora tendrá que demostrar que es capaz de discutir con firmeza sus propios argumentos ante miembros del BCE como el alemán, cuyos intereses en política monetaria suelen ser más ortodoxos que los de los países del sur de Europa. Este será el gran cometido exterior del nuevo gobernador, pues las materias supervisoras y las relaciones con el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) recaerán más en su «número dos». Aun así, fuentes de la inspección del Banco de España creen que su capacitación técnica hará que no le cueste apenas ponerse al día también en esta materia.
Hernández de Cos tiene prestigio además en el interior del Banco de España, no solo entre la directiva sino también entre el cuerpo de inspectores. Y esto no es baladí, pues deberá abordar de una vez por todas las reformas necesarias para recuperar el prestigio y la credibilidad de la institución después de dos mandatos sin avances en este sentido, lo que pasa también por poner fin al eterno enfrentamiento entre inspección y directiva. El hecho de haber hecho carrera en la casa, no ser un «teco» (técnico comercial del Estado), que no se le conozca vinculación a ninguna de las familias que existen en el seno de la institución y que no se le atribuya ninguno de los errores pasados del Banco de España en materias como la supervisión son también puntos a su favor. Su juventud ?tiene 47 años? podría introducir además aire fresco a la institución. Lo que se espera de él en esta materia es un espíritu reformista y firmeza.