Una buena opción de inversión en China

Asia en general está ganando un protagonismo interesante en el mundo inversor, siempre que las dos principales economías del globo enfríen la guerra comercial existente en estos momentos.

Asia en general está ganando un protagonismo interesante en el mundo inversor, siempre que las dos principales economías del globo enfríen la guerra comercial existente en estos momentos.

Se espera un repunte del capital hasta del 12% con la liquidación de operaciones que se han generado durante las últimas jornadas. Además uno de los principales problemas en el pasado era el sobre apalancamiento financiero existente en la mayor economía asiática, que en estos momentos está bajo control, favoreciendo de una manera importante al sector bancario. 

La renta variable de China está ganando protagonismo sobre los inversores a nivel global, lo que determina que el mercado ve muy remota una guerra comercial real entre USA y China, países que han ido calmando su tensión, según ha ido pasando el tiempo. La alternativa de compra sobre China es mucho más atractiva por rentabilidad que la estadounidense.

Las acciones asiáticas podrían experimentar una subida aún mayor de la que ya han tenido en años anteriores y las monedas asiáticas también podrían presentar una apreciación, principalmente frente al dólar, en cuestiones que serían más probables siempre que un acuerdo de negociación llegara por las partes afectadas. La probabilidad de un posible acuerdo de negociación comercial, se estima en el entorno de un 70 por ciento, lo que abre la puerta al optimismo.

Una señal de que las tensiones comerciales se están aliviando, es que el presidente chino, Xi Jinping, renovó esta semana sus promesas de abrir las industrias, desde la banca hasta la fabricación de automóviles, y recibió elogios del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Ninguno de los países tiene ganas de una guerra comercial abierta, China necesita un largo período de crecimiento económico sostenible, acompañado de un ritmo más lento de acumulación de deuda, para que el comentado apalancamiento se siga reduciendo y la economía continúe dirigiéndose hacia la ampliación del sector servicios y no sólo a la industria. Los Estados Unidos necesitan capital extranjero para financiar los aumentos de déficit a corto plazo, y si Trump mantiene su amenaza arancelaria, es sólo para obtener una ventaja en las conversaciones y para conseguir concesiones que le proporcionen beneficios. Si China reduce los aranceles y abre su sector servicios, no sólo satisfará algunas demandas de los Estados Unidos, sino que también aumentará la propia productividad de China, creando así una situación en la que todos ganan.

Si se cumple la opción menos probable en la que las negociaciones no prosperen y se lleve a cabo las estrategias comerciales comentadas por ambas partes, como es la imposición arancelaria del 25%, el crecimiento de China caería del 6.6 al 6.9 por ciento. La actuación por parte del país asiático seria dificultar el funcionamiento de las empresas estadounidenses que residen en China, principalmente en el sector servicios y vender o finalizar la compra de bonos estadounidenses.

Las empresas más beneficiadas si la sangre no llega al rio serían las tecnológicas chinas, por el amplio mercado existente y la gran demanda del mismo hacia este tipo de productos, como también por el apoyo recibido por parte del Gobierno a estas compañías que generan gran cantidad de puestos de trabajo. Deberíamos mirar también a empresas del sector finanzas que se ven claramente beneficiadas por la calidad crediticia y la recuperación del margen de interés que tienen en la actualidad con respecto al pasado, favorecidas también por la ralentización de deuda frente al PIB, que se está dando en la economía y el crecimiento que otorga también un apoyo vía fundamental a la economía del país.

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