Vender tu empresa no es una derrota

Antes de empezar a leer, me gustaría realizar un ejercicio de empatía: Imagínate que durante más de dos décadas has[…]

Antes de empezar a leer, me gustaría realizar un ejercicio de empatía: Imagínate que durante más de dos décadas has estado gestionando tu propia empresa, pero en los últimos años has visto cómo tu beneficio iba disminuyendo debido al crecimiento de la venta online o e-commerce y a la aparición de un competidor internacional. Tras un periodo de reflexión, y entender la situación, decides vender tu empresa a un inversor interesado. Gracias a los ingresos que has recibido por la venta podrás descansar durante varios años y tener una jubilación tranquila. ¿Crees que vender tu empresa ha sido una derrota o un éxito?

Antes de contestar, tómate tu tiempo, razona bien tu respuesta y no pierdas la perspectiva de empresario.

Quizá has contestado «derrota». Derrota porque no has podido defenderte ante las nuevas tecnologías y ante un nuevo competidor. Derrota porque después de más de 20 años y entregar parte de tu vida al trabajo tienes que cerrar la empresa. En definitiva, derrota porque tienes que vender tu empresa. 
O quizá eres partidario de la otra cara de la moneda, «éxito». Éxito porque después de estar trabajando durante más de dos décadas has vendido tu empresa. Éxito  porque con los ingresos obtenidos de la venta puedes jubilarte y tener un descanso tranquilo. Éxito porque ahora puedes dedicarte a hacer otra cosa y no tener la carga empresarial. En definitiva, éxito porque la inversión de tu vida ha sido rentable y durante los años restantes puedes disfrutar junto a tu familia sin preocupaciones.

Gracias a los viajes que he realizado a diferentes países, he podido contar este supuesto a empresarios de distintas nacionalidades. Curiosamente, la primera respuesta, «derrota» la suelen responder los empresarios que son de nacionalidad latina, como por ejemplo los españoles o mexicanos. En cambio, la segunda respuesta, «éxito» se da más entre los empresarios anglosajones como los estadounidenses o ingleses. 

Tras analizar todas las respuestas, he podido comprobar la importancia de la cultura y la educación. En los países anglosajones la idea de emprender tu propio negocio, llevarlo «a lo más alto» y después conseguir que una empresa se interese por tu compañía es el mayor éxito al que puede aspirar un empresario. Estos empresarios nacen con la idea de convertirse en el próximo Bill Gates, Mark Zuckerberg, Larry Page y Sergey Brin, entre otros. Desde que llegan a la secundaria hasta que acaban la universidad sus profesores y los medios de comunicación les incentivan a crear sus propias compañías y convertirse en empresarios. 

En cambio, en los países latinos, la idea de vender tu empresa se considera como una derrota, cuando ha pasado por el mismo ciclo que el anterior supuesto y el resultado es el mismo. El sistema educativo es distinto al de los otros países, enfocándose en otras áreas. Por suerte, cada vez aparecen más jóvenes con la idea de formar sus propias empresas, y la mentalidad de vender tu empresa se empieza a ver de otra manera. Si preguntas a un empresario español de más de 60 años y a otro de 30 años, probablemente te contesten (a la pregunta anterior)  totalmente diferente. Siendo el segundo más positivo que el primero. 

Vender tu empresa NO es una derrota. Vender tu empresa es probablemente la mayor victoria de tu vida. Contemplar que la inversión de tu vida (tanto en tiempo como en dinero) ha dado sus frutos al final, permitiéndote tener una vida tranquila, y además dándote la opción de dedicarte a otra cosa o montar otra compañía con el conocimiento y el capital obtenido del anterior proyecto.

La idea de que vender es igual a fracaso, es un sentimiento que está cambiando con la nueva generación, y por supuesto con la actual.

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Después de leer este artículo, me gustaría saber tu respuesta a la misma pregunta de antes pero con un ligero cambio, ¿Sigues creyendo que vender tu empresa ha sido una derrota o un éxito?

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