Vuelve el fantasma de la Deuda
No tenemos solución. Casi doce años después de que empezáramos a ver las orejas a la crisis financiera más grave[…]
No tenemos solución. Casi doce años después de que empezáramos a ver las orejas a la crisis financiera más grave en más de medio siglo, volvemos a escuchar los mismos miedos y advertencias que prologaron lo inevitable. Tras varias semanas en las que las principales instituciones económicas han dado por hecho una caída de la actividad mundial y de los intercambios comerciales, le ha tocado el turno en los últimos días al creciente riesgo de la Deuda con mayúscula, fundamentalmente la de los estados soberanos y la de las grandes empresas. Y detrás de estos temores han reaparecido de nuevo los fantasmas sobre el sector bancario no sólo el europeo, sino también el estadounidense, algo que preocupa a ahorradores/inversores cuya suerte ha estado siempre muy ligada a la de las entidades financieras.
En España, al tiempo que se publicaban datos que reflejaban una escasa solvencia de muchos de nuestros bancos, se ha vuelto a hablar de la necesidad de nuevas e inevitables fusiones en el sector.
Lo que preocupa de nuevo es que la ingente deuda de algunos países provoque la necesidad de una intervención que lleve como consecuencia unos quitas, como ocurrió en el más reciente pasado, y desvalorice las carteras de los bancos, algunos de ellos españoles. En el caso de Estados Unidos, el problema está en la emisión de bonos corporativos de escasa solvencia que podrían no llegar a pagar la remuneración prometida si la actividad económica se tuerce. ¿Verdad que nos suena esto?
Mientras tanto, el Brexit nos promete otros siete meses de incertidumbre y Trump prepara una nueva ofensiva arancelaria contra la Unión Europea, no vaya a ser que sus amenazas sobre China se queden en nada. No es el mejor de los escenarios para el ahorro y la inversión con unas elecciones europeas por medio y, en el caso de España, una sucesión de comicios que, según todas las encuestas, podrían cambiar el panorama político de forma profunda.