Almirall le pisa los talones a Pharmamar
La farmacéutica catalana inicia 2021 dispuesta a recuperarse del daño del Covid-19 sobre el negocio dermatológico y se aproxima en bolsa a la ‘biotech', que es la líder del año
Almirall arranca el curso dispuesta a mejorar el desempeño bursátil del curso anterior cuando retrocedió un 25% a causa del impacto del coronavirus en el negocio dermatológico. Ya es la tercera IBEX 35 que más avanza en el año y tiene la vista puesta en el liderato del selectivo que ostenta otra del sector, Pharmamar.
Los títulos de la catalana Almirall avanzan más de un 10% en el curso y de su lado tiene al consenso del mercado con ninguna recomendación de “vender”. Así, el 81,8% de los analistas opta por tomar posiciones en el valor, “comprar”, y el resto, el 12,2%, prefiere “mantener” las acciones en cartera.
La compañía de origen gallego Pharmamar no puede decir lo mismo respecto a los expertos que siguen su desempeño empresarial y bursátil. Las recomendaciones de “mantener” superan a las de “comprar”, un 50% y un 33,3% respectivamente, y sí tiene analistas que afloran “vender”, un 16,7%.
Mayor potencial para Almirall
El precio objetivo fijado por el panel de expertos que recoge Bloomberg aflora para la catalana 15,42 euros para los próximos doces meses y, al cotizar sobre los 12 euros, el potencial de revalorización se eleva hasta el 28%.
Por su parte, para la gallega los expertos apuntan un precio a un año de 101,33 euros con un potencial de revalorización del 15% al cotizar sobre los 88 euros. El potencial se ve reducido por los ascensos superiores al 20% que registra Pharmamar en el curso.
Las firmas de inversión que coinciden en cubrir a ambas sociedades -Alantra, JB y Caixabank BPI- tiene recomendaciones diferentes salvo JB que, ambos casos, entraría en el valor.
Alantra y Caixabank BPI son más proclives a apostar por Almirall pues ambas recomiendan “comprar” acciones, mientras que la primera vendería sus títulos en la gallega y la segunda los mantendría.
Almirall espera al nuevo CEO
Pese al apaño del mercado, la compañía mantiene la incertidumbre de quién será su nuevo CEO tras la salida de Peter Guenter anunciada en septiembre y que debería estar ya cubierta.
Mientras llega el sustituto, Mike Mclellan, también director financiero de la sociedad, asume el cargo.
Independientemente de la persona que llegue al cargo, y también extensible a Mclellan, el futuro consejero delegado tendrá ante sí la difícil misión de, al menos, mantener la línea de crecimiento de Guenter con hitos como la llegada al IBEX 35, la robustez del porfolio y tres años de subida de ventas.
Recuperación de la dermatología
La caída de las consultas dermatológicas y la venta de productos especializados a causa de la pandemia dejó los resultados de Almirall muy tocados en 2020, sobre todo en los Estados Unidos.
Pero la compañía estima que durante el cuarto trimestre se notará la mejora tanto en Europa, donde se busca la consolidación, como en los Estados Unidos, país en el que se espera un crecimiento sostenido en 2021.
Con todo, la farmacéutica rebajó hasta en dos ocasiones este curso su horquilla de ebitda para situarla entre los 230 y 250 millones de euros para 2020. Una estimación que el mercado estima que alcanzará cuando afloren sus cuentas anuales del curso pasado.
Los catalizadores de Pharmamar
Los inversores vuelven a poner el foco en Pharmamar tras caer sus títulos a cierre de año un 50% desde los máximos de julio por la llegada de las vacunas contra el coronavirus y el fracaso del ensayo Atlantis.
Ahora, el recrudecimiento de la tercera ola y la lenta administración de las vacunas lleva a los inversores a fijarse en las compañías que trabajan por lograr medicamentos efectivos contra el virus.
En el caso de Pharmamar se espera que en los próximos días presente ante la FDA y la AEMPS el protocolo de fase III de Aplicov, el ensayo que estudia la eficacia del Aplidin contra el coronavirus.
La alianza con Jazz Pharmaceuticals
Por el contrario, el mercado ya no se fija en el acuerdo de la gallega con Jazz Pharmaceuticals por el cual la española ingresaría hasta 1.000 millones de dólares por la comercialización del Zepzelca, lurbinectidina, así como encontrar nuevos usos para el fármaco.
En este sentido y por este objetivo, los socios tienen abiertos dos estudios de fase Ib-II para comprobar la seguridad y eficacia del fármaco contra el cáncer de pulmón microcítico y contra el sarcoma de tejido blando. Por otro lado, plantean un estudio de fase II para este curso.
De forma independiente a Jazz, Pharmamar inició los procesos antes del cierre de año para llevar a cabo un ensayo de fase I para la lurbinectidina administrada en monoterapia en China.