Banco Sabadell: los accionistas minoritarios son un hueso duro de roer para BBVA

Los accionistas de Banco Sabadell, dueños del 48% de la entidad, son fieles al grupo que preside Josep Oliu y no será fácil convencerlos para BBVA

La opa hostil presentada por BBVA sobre Banco Sabadell está en manos de los accionistas minoritarios de la entidad catalana, de cuya aceptación depende el éxito final, pero no será fácil para el banco vasco llevarse el gato al agua.

Los minoritarios de Banco Sabadell representan actualmente el 48 por ciento del accionariado y convencerlos puede ser “el mayor obstáculo” con el que se enfrente la opa, según explicaron los analistas de JB Capital Markets en un informe visto por finanzas.com.

Estos expertos han analizado la evolución del accionariado del banco que preside Josep Oliu durante la última década y han observado que la participación de los accionistas minoritarios de Banco Sabadell ha promediado un 51 por ciento.

Accionistas de Banco Sabadell menos sensibles al precio

“Observamos que (la participación) ha sido relativamente más estable en comparación con los inversores institucionales”, añadieron estos expertos.

De hecho, el tiempo promedio que los minoritarios han mantenido sus títulos es de nueve años, lo que implica que “han estado presentes en el accionariado durante más tiempo que los inversores institucionales”.

De esta forma, el análisis de los datos sugiere que los minoritarios de Banco Sabadell “son menos sensibles al precio y pueden resultar más reacios a vender sus acciones en comparación con los inversores institucionales”, apuntó JB Capital Markets.

Además, recalcaron estos expertos, “la prensa sugiere que los inversores minoristas están descontentos con la oferta y quieren que Banco Sabadell resista la adquisición”.

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Las alternativas de BBVA

Ante esta situación, lo cierto es que BBVA tiene pocas alternativas sobre la mesa para intentar llevarse el gato al agua.

Lo más directo sería intentar aumentar la oferta y reconducir la operación por la vía amistosa con Banco Sabadell antes de que se apruebe la opa, aunque habría un impacto en el capital del grupo vasco. “Esto aumentaría las probabilidades de que el acuerdo se lleve a cabo y reduciría la resistencia política”, añadieron las fuentes consultadas.

El problema, no obstante, es que “este escenario parece remoto dado el fuerte rechazo a la propuesta inicial de fusión, ya que no creemos que BBVA esté en posición de ofrecer mucho más económicamente”, recalcó JB Capital Markets.

Por otro lado, si bien es cierto que BBVA podría comprar en el mercado acciones de Banco Sabadell, en caso de que optara por esta vía, se eliminaría automáticamente la condición de aceptación mínima la que está sujeta la opa.

Un calendario largo con el foco en la CNMC

Ahora, el calendario que se abre por delante es largo y según la previsión de BBVA podría extenderse hasta seis meses, aunque en el mercado comienza a extenderse la idea de que este periodo será todavía más largo.

Primero tiene que pronunciarse el BCE, que tiene un plazo de seis meses, aunque en el caso de Caixabank y Bankia, el regulador de los bancos europeos tardó cuatro meses. Además, se da por hecho que no pondrá ninguna traba a la opa.

Con la luz verde del BCE, será el turno de la CNMV, que tiene un mes para analizar la oferta. En cuanto llegue su autorización, “se espera que al día siguiente de obtenerla BBVA lance la operación y se abra el periodo de aceptación”, explicó Renta 4 Banco.

Entre medias, se habrá tenido que pronunciar la CNMC, pero aquí los plazos pueden variar. Si el regulador de la competencia no ve una operación compleja, podría dar el visto bueno en un mes, pero en caso contrario, podría tardar hasta tres meses para estudiar la opa en detalle, pudiendo autorizarla, rechazarla o bien imponer condiciones.

La incertidumbre juega en contra de BBVA

La cuestión es que, si la CNMC pide aclaraciones, este plazo comenzará a correr nuevamente desde cero. En teoría, el supervisor de la competencia es un organismo independiente del Gobierno.

Ahora bien, “es el Ejecutivo quien nombra a sus diez consejeros”, explicaron en fuentes jurídicas, y dado el rechazo ya manifestado por el Ministerio de Economía a la operación, la incertidumbre es todavía más elevada.

En todo caso, si finalmente los plazos se alargan, “conllevaría un periodo más largo de incertidumbre, y podría traducirse en una mayor presión para la cotización de BBVA”, recordaron en Renta 4 Banco.

Esto sería así por el hecho de que el mercado podría comenzar a descontar que las medidas que pueda exigir la CNMC para aprobar la operación impacten sobre la rentabilidad del 20 por ciento sobre el capital invertido que prevé BBVA.

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