Barclays pega un tijeretazo del 50% al precio de Grifols

El informe de Barclays en el que recorta a la mitad el precio objetivo de Grifols, es muy duro. La farmacéutica acumula problemas de deuda, de crecimiento estimado y de fortaleza en comparación con la competencia

Grifols comenzó la semana del 24 de octubre sumando una nueva mala noticia a su lista de despropósitos del año 2022.

Barclays, que hasta entonces mantenía el precio objetivo sobre sus acciones en 16 euros, a pesar de recomendar su venta desde inicios de año, recortó esa guía hasta los 8 euros.

Y el informe del banco británico explicando los motivos para este tijeretazo del 50 por ciento, visto por finanzas.com, fue meridianamente claro en su sentencia.

A pesar de los esfuerzos de la compañía por revertir su situación, Grifols difícilmente podrá plantar cara a la competencia, a la vez que reduce su elevado apalancamiento.

"En el primer semestre de 2022, muchos inversores veían a Grifols como una forma de aprovechar la recuperación pospandémica, pero parece que ese barco ha zarpado", apuntó la entidad financiera.

"Además, aunque sabíamos que la posición de apalancamiento de Grifols iba en aumento desde el anuncio del acuerdo con Biotest, cuando la empresa dijo que tenía una deuda de 9,0x/ebitda en el comunicado del primer semestre de 2022, pudo haber asustado al mercado", añadió.

Por ello, desde Barclays indicó que, aunque "la empresa ha dejado muy claro que está trabajando para resolver su problema de apalancamiento, hasta que haya algo más tangible en ese frente, hay mejores oportunidades en el sector farmacéutico de mediana capitalización de la UE".

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El peligro recurrente de la deuda de Grifols

Al igual que muchas otras instituciones antes que ellos, como puede ser S&P, Barclays señaló al alto apalancamiento de Grifols como motivo para la preocupación respecto a las perspectivas de la compañía.

A ojos del banco británico, a pesar de que la cotizada del IBEX 35 habló en ocasiones anteriores de objetivos de deuda neta/ebitda por debajo de las 4 veces en 2023, y por debajo de las 3,5 veces en 2024, "estos objetivos no se mencionaron explícitamente ni en el informe de resultados del primer semestre de 2022, ni en el comunicado de prensa de la empresa del 26 de septiembre de 2022".

Sobre esta base, los pronósticos de Barclays pasaban porque el ratio de apalancamiento de la compañía se mantuviera por encima de las 6,6 veces en 2022, y se redujera hasta las 4,7 veces en 2023, y hasta las 3,6 veces en 2024.

Unos niveles que, si bien no deberían agravar la situación de la compañía en el actual contexto de subidas de tipos de interés, al tener el 65 por ciento de su deuda a un tipo de interés fijo, "sí seguirá siendo una preocupación para los inversores, hasta que haya una señal más significativa de desapalancamiento".

Las maniobras de la empresa no convencen a Barclays

Además de esbozar el lento camino que puede seguir la deuda de Grifols hasta unos niveles más aceptables, el informe de 48 páginas de Barclays también se ocupa de repasar los últimos sucesos acontecidos alrededor de la empresa, como el nombramiento de su nuevo presidente ejecutivo, su promesa de un crecimiento acelerado, o el ruido alrededor de su demanda en los Estados Unidos.

En este último punto, los inversores de la farma catalana pueden encontrar un consuelo, dado que Barclays no pondera negativamente el impacto de la sentencia en la cotización de la empresa, al no emitir una opinión firme sobre el caso.

El problema, no obstante, es que la entidad financiera tampoco da mucha importancia al nombramiento de Steven F. Mayer en sustitución de Víctor Grifols, ni considera que los intentos de Grifols por transmitir confianza al mensaje vayan a funcionar.

Del nombramiento del nuevo presidente Barclays afirmó que, aunque apreciaban el gesto, Mayer "ha sido miembro de la junta desde 2011, por lo que no consideramos que este nombramiento implique necesariamente un cambio estratégico importante".

Y en cuanto al compromiso mostrado por Grifols el 26 de septiembre, cuando no solo prometieron aumentar su transparencia mediante la vuelta a la publicación de informes trimestrales, sino que mostraron unas estimaciones de mayor recolección de plasma durante el segundo semestre de 2022, el banco aseguró:

"Aunque creemos que Grifols está dando en el clavo con su mensaje, las acciones cerraron planas el día de este anuncio. Opinamos que los inversores necesitarán ver una acción más tangible con respecto a la deuda para que las acciones respondan de forma positiva".

La amenaza de la ampliación de capital, y de la competencia

El problema para los títulos de Grifols es que, si bien los inversores esperan un movimiento de la compañía para reducir su deuda, las posibilidades de la empresa para lograr este objetivo también meten presión a su cotización.

Principalmente, porque las opciones contempladas por el mercado, y desgranadas por Barclays, pasan por tres vías: la venta de activos, la ampliación de capital, y el colapso de la estructura de doble acción para unificar los títulos de clase A y B.

Pero dada la rápida reacción de Grifols a la hora de desmentir que fueran a acometer una ampliación de capital para paliar sus compromisos de deuda, la opción puesta en la balanza por Barclays pasaba por este colapso de la estructura de doble acción.

Una posibilidad que Barclays comparaba con la operación acometida por Telecom Italia en 2015, cuando convirtió más de 6.000 millones de acciones de ahorro en acciones ordinarias para obtener efectivo, y que permitiría a Grifols ingresar "cerca de 546 millones de euros", de acuerdo a los cálculos del banco.

Este colapso, sin embargo, pesaría sobre el precio de las acciones principales, y pondría en peligro el porcentaje de participación de la familia Grifols en la compañía.

Con todos estos factores a la espalda de la farmacéutica con sede en Barcelona, Barclays no dejó de lado un último elemento de peso sobre el precio de sus acciones.

El hecho de la competencia de empresas como la holandesa Argenx pueden alejar aún más a Grifols del radar de los inversores, puesto que esta compañía europea presentará los resultados de su innovador tratamiento contra la polineuropatía (CIDP, por sus siglas en inglés) a principios de 2023.

Y de ser efectivo, amenazaría un nicho de mercado muy relevante para la farma española.

"Los anticuerpos derivados del plasma (IGIV) representan una parte sustancial de casi el 50 por ciento de la división Biopharma de Grifols, y estimamos que la CIDP representa cerca del 25 por ciento de los ingresos de IVIG", matizó Barclays.

"El tratamiento Gamunex-C de Grifols es actualmente el número 1 para el CIDP, y contaba con una cuota de mercado del 34 por ciento en el primer trimestre de 2022, frente al 32 por ciento en 2021", añadió.

En caso de que Argenx tenga éxito en sus pruebas, el banco británico proyectó un escenario de análisis intermedio en que las ventas de Grifols se mantenían planas por esta adición al mercado a partir de 2025, y otro bajista en el que bajaban un 6 por ciento.

Una combinación de baches en el camino de Grifols, y de incertidumbres respecto a la capacidad de su propio motor para recorrer esta ruta, que provocaron el drástico recorte en el precio objetivo de las acciones de la compañía.

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