Competencia desafía la opa de BBVA al Sabadell con la amenaza de la fase 2

BBVA tendrá más cuesta arriba la opa al Sabadell si la CNMC extiende su análisis a la fase 2. Los analistas dudan que los números le cuadren al grupo vasco

La opa hostil presentada por BBVA sobre Banco Sabadell se alargará meses tras conocerse que la Comisión de los Mercados y la Competencia (CNMC) tiene previsto solicitar una prórroga para estudiar la operación, lo que supondría la entrada en la conocida como fase 2, según avanzó la revista Inversión.

La fase 2 es una etapa crucial en cualquier investigación anti monopolio, ya que no solo implica una revisión más profunda de los efectos de la fusión, sino que también involucra la participación de otras partes interesadas, como competidores, asociaciones de consumidores y otras entidades del sector.

Este es un escenario que no juega a favor de BBVA. El paso del tiempo "es algo que no es bueno" para la transacción, dijo la directora financiera de BBVA, María Luisa Gómez-Bravo, la semana pasada. No obstante, la ejecutiva espera que la operación se apruebe sin condiciones estructurales, conocidas en el argot financiero como remedies.

Sin embargo, en caso de que la CNMC se vaya a la fase 2, la resolución de la opa se extenderá hasta el segundo trimestre de 2025 en el mejor de los casos.

Todo dependerá del dictamen de Competencia, un árbitro cuyos miembros están ligados al Gobierno de Sánchez, contrario desde el primer instante a la operación, como explicó finanzas.com.

¿Le salen los números a BBVA en la fase 2?

La patata caliente para BBVA es que la operación se pondrá muy cuesta arriba si se entra en la fase 2, en la medida en que Competencia puede imponer condiciones más duras. El banco vasco se aferra al precedente de Caixabank y Bankia, pero la situación es muy distinta.

“La fusión Caixabank-Bankia fue aprobada con medidas suaves en la fase 1, pero esperamos que la CNMC imponga medidas más estrictas en el caso de BBVA-Sabadell si se avanza a la fase 2”, explicaron los analistas de Alantra Equities en un informe visto por finanzas.com.

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Estas condiciones podrían implicar muy probablemente “la venta de activos, lo que a su vez significaría pérdidas de ingresos y, por lo tanto, sinergias negativas, reduciendo el RoIC (rentabilidad sobre el capital invertido) del 20 por ciento de la operación”, añadieron las mismas fuentes.

Lo cierto es que BBVA no espera que haya una fase 2, pero “siempre ha sido una posibilidad que ha estado abierta, ya que la complejidad de esta operación no es la misma que la de Caixabank y Bankia”, dijo a finanzas.com Nuria Álvarez, analista en Renta 4 Banco.

De acuerdo con esta experta, si se entra en la fase 2, es complicado que se cumplan los números del grupo vasco, aunque “esto no tiene por qué ser necesariamente malo para BBVA”, todo dependerá de las condiciones.

No obstante, en un escenario de fase 2, “aumentan las probabilidades de que la opa no salga adelante”, recalcó Álvarez.

Las alternativas para BBVA

Además de las condiciones asociadas al negocio que puede imponer la CNMC, esta fase hacia la que se dirige la opa supone que todos los actores implicados tendrán que ser escuchados.

A este respecto, los analistas de Alantra no creen que los bancos competidores se opongan a la operación, pero “las asociaciones de consumidores y empresas ya se han manifestado en contra de la reducción de la competencia en el sector”, apuntaron estos expertos.

Si la CNMC aprueba la operación, pero impone condiciones más restrictivas, la opa caerá en manos del Gobierno entrando en la fase 3. Entonces, el Ejecutivo tendrá 45 días para suavizar o endurecer el dictamen de Competencia, con lo que la opa se extendería hasta bien entrado el segundo trimestre de 2025.

Así las cosas, las fuentes consultadas apuntaron que BBVA estaría legalmente vinculado a esperar la resolución de Competencia antes de que, eventualmente, optara por retirarse.

“Esperamos que BBVA se retire si la CNMC impone medidas estrictas, pero esto no se sabrá hasta el segundo trimestre de 2025”, añadió Alantra Equities.

Las buenas noticias para BBVA

En todo caso, si BBVA decide plegar velas, los analistas consultados no creen que haya riesgo a la baja para las acciones del grupo vasco, en la medida en que sus acciones cotizan a una ratio de 0,8 veces valor en libros, frente a unos retornos esperados sobre el capital tangible superiores al 13 por ciento.

Igualmente, el banco parece haber superado el miedo inicial del mercado tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos debido a su exposición al mercado mexicano.

En un reciente informe, los analistas de RBC aumentaron en un 2 por ciento su previsión de incremento del beneficio neto de BBVA en 2025. De acuerdo con su análisis, el peso mexicano todavía se depreciará un 3,5 por ciento a finales del año que viene.

Sin embargo, apuntaron estos expertos, BBVA tiene cubiertos entre el 60 y el 70 por ciento de sus beneficios en México, lo que mitiga parcialmente el impacto de las fluctuaciones cambiarias.

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