El bajista de Enagás incrementa el ataque pese a la mejora de resultados

Covalis Capital ha elevado su posición corta en Enagás al 1,44 por ciento desde el 1,38 por ciento anterior, lo que tiene una carga contra las acciones de la gasista de algo más de 73 millones de euros a precio actual de mercado. 

El fondo de cobertura radicado en las Islas Caimán está especializado en inversiones en utilities, infraestructuras y productos básicos y entró este año en Enagás por primera vez a mitad de abril. Desde entonces, suma 11 movimientos contra la compañía comandada por Antonio Llardén. 

El incremento se produjo a la par de la presentación de resultados semestrales de la compañía donde mostró resistencia al impacto regulatorio con una mejora del 29,38 por ciento del beneficio en el segundo trimestre respecto a los tres primeros meses del año.

Caída del beneficio semestral 

Pese a la mejora de abril a junio, la compañía no consiguió mejorar los resultados semestrales y cerró el periodo de enero a junio con un retroceso del 9,8 por ciento debido, precisamente, al impacto más potente que tuvo de enero a marzo la nueva regulación para el transporte del gas. 

La clave de la mejoría de las cuentas estuvo en la exposición internacional y la fuerte reducción de costes que permite a los de Llardén seguir en línea con el objetivo de cerrar el curso con un beneficio de 380 millones de euros. 

El resultado de las sociedades participadas, donde se calibra su exposición exterior, aumentó un 48 por ciento al semestre respecto al mismo periodo del 2020 lo que muestra que, a causa de los hachazos nacionales y el escaso espacio para crecer en España, la vía internacional es la más viable para el crecimiento de la compañía. 

Reducción del 5,3 por ciento de los costes 

Mientras que los ingresos cayeron un 13,2 por ciento, hasta los 480,6 millones de euros, a causa del recorte de la CNMC, brillaron los gastos operativos pues se redujeron un 5,3 por ciento, hasta los 142,2 millones de euros. 

Además, se incrementó la generación de caja libre en 449,8 millones, reduciendo la deuda hasta rozar los 4.000 millones con el coste financiero de esta en el 1,8 por ciento y un crecimiento de la liquidez por encima de los 3.000 millones entre la caja y las líneas de crédito disponibles.