El buen momento del crudo lleva a Repsol hasta los 643M€ en beneficios
Repsol disparará sus ingresos en el trimestre impulsado por el rally del petróleo y en su mayor posicionamiento en energías renovables para los próximos años
Repsol presentará esta semana sus resultados trimestrales y las cifras volverán a seguir la línea de las cuentas anteriores a la pandemia.
El rally alcista del petróleo en el acumulado del año, que se ha acelerado en los últimos meses, y la hoja de ruta renovable de la compañía contribuyen a la recuperación de los resultados, que ya dejaron señales de estabilización en la primera mitad de año.
Un contexto al que los accionistas prestan atención, especialmente después de que Repsol abonase un dividendo de 0,3 euros en julio. La compañía baraja, incluso, aumentar la retribución gracias al buen momento del petróleo.
Los ingresos se disparan
El consenso consultado por finanzas.com estima que los ingresos se dispararán en unos 4.000 millones frente a las cifras del segundo trimestre hasta superar los 14.200 millones.
Repsol regresó a los beneficios en la primera mitad del año tras las pérdidas de 2020, en el que la caída del crudo por la pandemia le costó un deterioro en las cuentas de más de 3.000 millones en el ejercicio.
El panel de analistas prevé que el beneficio neto de Repsol será de 643 millones de euros en este trimestre, una cifra que se sitúa en los niveles de 2019: en el tercer tramo de ese ejercicio, la compañía ganó más de 520 millones y más de 600 millones en los dos trimestres anteriores.
“Se beneficiará de la mejora del margen del refino. Estos márgenes respaldan las perspectivas de rentabilidad en el resto de este año”, explican en Bloomberg Intelligence a finanzas.com.
Los analistas de Bloomberg esperan, además, un aumento del ebitda del 20 por ciento frente al trimestre anterior gracias a las “mejores condiciones macroeonómicas”.
Sin embargo, advierten sobre la menor producción.
“Un nivel sorprendentemente bajo de 530.000 barriles por día en el tercer trimestre sugiere que la contribución a las ganancias puede ser limitada. Esto indica que el objetivo de producir 595.000 barriles en el resto del año puede estar bajo presión y la compañía puede revisar su guía a la baja”, detallan.
Los objetivos renovables gustan al mercado
A principios de octubre, Repsol celebró su Low Carbon Day, una jornada en la que explicó algunas de las modificaciones en su hoja de ruta hacia la transición renovable.
La compañía no cambió sus objetivos para 2025, que mantiene en alcanzar una capacidad de 6 gigavatios (GW), pero sí elevó su objetivo para 2030 en unos 8 GW hasta los 20 GW para finales de década.
“Reveló una agenda mejorada de transición energética. Una mayor ambición conlleva un mayor gasto de capital, pero 1.000 millones de euros adicionales en cinco años sitúa el gasto del grupo en nuestras previsiones”, señalaron los analistas de JP Morgan en un informe tras el Low Carbon Day.
“Es importante destacar que esto conserva la capacidad de la estrategia de descarbonización ‘premium’ y un aumento de la rentabilidad en efectivo”, apuntan en JP Morgan.
Así, los analistas esperan que Repsol aumente su pipeline hasta 2025 hasta alcanzar “2,5 veces el objetivo de capacidad, por encima de la media del sector”.
La apuesta por el hidrógeno
Por último, los analistas valoran la apuesta de Repsol por el hidrógeno, al que la compañía ve como el combustible de la próxima década.
A comienzos de año, Repsol anunció sus planes, junto con un consorcio de multinacionales, de construir el mayor electrolizador de hidrógeno de origen renovable de Europa, con capacidad de 100 MW. Se espera que esté listo en tres años.
El último episodio fue hace un par de semanas, cuando Repsol y la portuguesa EDP anunciaron una alianza para desarrollar proyectos de hidrógeno ‘verde’ en la Península Ibérica.
“Repsol se ve a sí mismo con una serie de ventajas de ser la “columna vertebral” de la hoja de ruta del hidrógeno renovable en Europa”, destacan en Barclays.
Los “nuevos objetivos financieros”, según los analistas del banco británico, pasan por un capex -gasto de capital- de 2.550 millones en la próxima década, lo que dejaría un ebitda acumulado de 1.200 millones entre 2026 y 2030.
De esta forma, anticipan que Repsol se verá beneficiada próximamente por la “prima verde asociada a las regulaciones europeas”, lo que sitúa a la compañía como una de las futuras referencias europeas de proyectos con hidrógeno.