La banca de inversión avisa: la estructura de Siemens Gamesa es insostenible
JP Morgan se suma a las voces que no ven en el cambio de dirección de Siemens Gamesa la solución a sus problemas
Los problemas internos de Siemens Gamesa son un punto de fricción para la empresa que se han sumado a la crisis global en la cadena de suministro y a sus propias dificultades con el negocio onshore para dibujar un peligroso cóctel de cara al futuro.
El CEO de Siemens Energy, Christian Bruch, así lo reconocía durante la junta de accionistas de la compañía germana de la semana pasada, y esta misma semana, fuentes próximas a la empresa española relataban a finanzas.com que parte de estos problemas internos se originaban en la “alemanización” de la compañía desde la toma de control de Gamesa por parte de Siemens Energy.
Ahora, a esos testimonios hay que sumar el punto de vista de JP Morgan. El banco de inversión estadounidense ha emitido un informe analizando la relación entre Siemens Gamesa y Siemens Energy, y su veredicto debe haberse recibido con amargura en Zamudio: “la estructura actual no es deseable, ni sostenible”.
La entidad financiera señalaba, además, que "la integración entre la española Gamesa y la alemana Siemens Wind, sobre todo en términos de cultura, no fue muy exitosa, y no se ha completado hoy en día".
La banca norteamericana prefiere una salida de Siemens Gamesa
En la nota de análisis redactada por JP Morgan, el banco repasa la situación actual de Siemens Energy y Siemens Gamesa, revisando las opciones de futuro para las dos empresas y dejando varias conclusiones de relevancia.
Una de ellas es que, a pesar de conceder que “todas las opciones están sobre la mesa”, JP Morgan considera que una compra en efectivo de las acciones de los socios minoritarios de Siemens Gamesa “no es tan probable a corto plazo como algunos piensan”.
Para la entidad financiera, una fusión de acciones entre Siemens Energy y Siemens Gamesa "tendría más sentido" a través de una cotización secundaria de Energy en Madrid, mientras que una salida de la matriz alemana del accionariado de Siemens Gamesa “crearía más valor, pero sería difícil de ejecutar y no está alineada con la estrategia de Siemens Energy”.
La preferencia del banco norteamericano contrasta con la expresada por entidades más cercanas al conglomerado de Siemens en Alemania, como Deutsche Bank, que reclamaban una mayor toma de control por parte de la matriz germana para corregir el rumbo de Siemens Gamesa.
La alta rotación ejecutiva de Siemens Gamesa
Al contrario que Deutsche Bank, JP Morgan no ve la opción de una opa como una solución inmediata a los males de la cotizada en el IBEX 35, y señala que "el cambio de dirección anunciado en Siemens Gamesa (en referencia al reciente nombramiento de Jochem Eickholt como CEO) no altera sustancialmente su panorama".
El banco norteamericano justifica este razonamiento matizando que las razones de los problemas de la empresa se remontan más allá de la pandemia, y que están relacionadas también con su gobernanza.
"Desde la fusión ha habido una falta de estabilidad y coherencia en Siemens Gamesa. En los últimos cinco años, ha tenido cuatro consejeros delegados, cinco directores financieros, cinco jefes de operaciones en tierra, cinco jefes de operaciones en el extranjero y dos jefes de servicio. Del consejo de administración original de diez personas, solo dos siguen en activo", enumeran desde JP Morgan.
Amparado en estos argumentos, por tanto, el banco estadounidense apunta que, antes de abordar los problemas más generales, Siemens Gamesa necesita “un arreglo”.
Los problemas de la estructura
Repasando cómo ha llegado Siemens a la situación de desequilibrio actual que involucra a Siemens Energy y Siemens Gamesa, JP Morgan explica que "la creación de la estructura de Siemens Energy para la escisión era conveniente para Siemens" hasta que los futuros accionistas decidieran un día cómo simplificar su estructura.
Sin embargo, a ojos de JP Morgan, "los retos de ejecución, la falta de estabilidad y el rápido deterioro del balance de Siemens Gamesa han creado un telón de fondo que ahora limita las opciones".
"Se suponía que Siemens Gamesa era la parte atractiva que apoyaba el negocio fósil en declive y añadía credenciales de sostenibilidad. Hoy, a pesar de la buena marcha del cambio de rumbo del sector G&P, los accionistas de Energy solo hablan de cómo arreglar Gamesa, y la estructura", detalla el banco en su informe.
Los accionistas, añade el análisis, buscan perfiles de inversión claros, ya sea orientados a la transición energética, al rendimiento, o a la estabilidad, y Siemens Gamesa, "aunque un día sea propiedad al 100 por cien de Siemens Energy, carece de ello".
Con estos motivos en la mano, JP Morgan argumenta que, en última instancia, Siemens Gamesa será absorbida por Siemens Energy, pero considera que la operación solo favorece a los socios minoritarios de la empresa española, "que obtienen un apoyo crediticio gratuito de la empresa matriz".
Una situación, apuntan desde el banco, "que no es deseada ni sostenible a largo plazo por muchas razones", y ante la que asignan un precio objetivo de 18 euros a las acciones de la compañía, acompañado de una recomendación neutral respecto a las mismas.